Bienestar animal
La UE pacta chip obligatorio y prohibir la cría endogámica de perros y gatos
- Estarán registrados en bases de datos nacionales y no se permitirá atar perros a puntos fijos
- Serán las primeras normas mínimas comunitarias para el bienestar y la trazabilidad de esos animales
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
La Unión Europea está más cerca de tener sus primeras normas mínimas para el bienestar y la trazabilidad de perros y gatos, que obligarán a que estos animales tengan microchip identificatorio y a que estén registrados en bases de datos nacionales, prohibirá la cría endogámica y no permitirá que estén atados a puntos fijos salvo cuando necesiten tratamiento veterinario.
Alrededor de un 44% de los ciudadanos de la UE convive con algún animal (hay más de 72 millones de perros y 83 millones de gatos) y el 74% cree que su bienestar debería estar mejor protegido. El comercio de esos animales ha crecido en los últimos años y genera un valor de 1.300 millones de euros al año.
La legislación actual de la UE se refiere principalmente a los animales utilizados con fines científicos o transportados con fines comerciales, mientras que las normativas nacionales varían considerablemente entre los países comunitarios.
El proceso para las nuevas normas comenzó en diciembre de 2023, cuando la Comisión Europea presentó una propuesta legislativa que afectará a criadores, tiendas y refugios para la cría, la venta o la adopción, en respuesta a la creciente demanda ciudadana de proteger más a los perros y los gatos.
Una encuesta del Eurobarómetro publicada en octubre de ese año reveló una preocupación generalizada por el bienestar de los animales de compañía en toda Europa.
En junio de 2024, los embajadores de los países de la UE (Coreper) acordaron iniciar un mandato de negociación del Consejo de la Unión Europea. Y el Parlamento Europeo adoptó su posición el pasado junio.
“NO UN OBJETO NI UN JUGUETE”
Negociadores del Consejo de la UE y de la Eurocámara pactaron este martes por la tarde un acuerdo provisional, que deberá ser refrendado por ambas instituciones comunitarias antes de que las nuevas reglas se publiquen en el Diario Oficial de la Unión Europea.
Ese acuerdo busca mejorar el bienestar de los perros y gatos por parte de criadores, establecimientos de venta y refugios, a la vez que mejora la protección del consumidor, garantiza la competencia leal y combate el comercio ilegal.
“Los animales deben recibir un trato adecuado y no ser objeto de comercio ilegal. Así de simple. Estoy verdaderamente orgulloso de que hayamos negociado un acuerdo -el primero de su tipo- que establece normas más estrictas para el comercio de perros y gatos, lo que nos permite abordar los problemas de las fábricas de cachorros y el comercio ilegal de animales”, según Jacob Jensen, ministro danés de Alimentación, Agricultura y Pesca, cuyo país ostenta actualmente la Presidencia de la UE.
El acuerdo político provisional exige la identificación de todos los perros y gatos, incluidos los que ya tienen dueño. Sin embargo, las personas físicas no tienen que cumplir con las obligaciones de las tiendas. Si así lo desean, los países comunitarios pueden mantener o introducir normas más estrictas.
“Estamos combatiendo a quienes ven a los animales como una forma de obtener beneficios rápidos y estamos creando igualdad de condiciones para los criadores honestos. Nuestro mensaje es claro: una mascota es un miembro de la familia, no un objeto ni un juguete”, sentenció Veronika Vrecionová, presidenta de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural del Parlamento Europeo.
PRINCIPIOS DE BIENESTAR
Algunos principios de bienestar garantizados en el acuerdo son regular la cría con límites de frecuencia y una edad mínima y máxima, y prohibir ciertas prácticas de cría, como la endogamia (cría entre padres e hijos, entre hermanos y medio hermanos, y entre abuelos y nietos), aunque esta puede utilizarse para preservar razas locales con un acervo genético limitado.
Además, se prohibiría la cría de híbridos (resultado del cruce con una especie silvestre), así como las mutilaciones dolorosas, como el corte de orejas o de cola, o la extracción de garras, salvo cuando dichas prácticas estén indicadas por un veterinario.
Igualmente, el acuerdo indica que se debe proporcionar suficiente agua limpia y fresca, suficiente comida y condiciones de alojamiento adecuadas, y los perros de más de ocho semanas deben acceder diariamente a un área al aire libre o ser paseados diariamente.
También se prohibirá atar a un perro o gato a un objeto (como una farola, por ejemplo), salvo cuando sea necesario para tratamiento veterinario, y el uso de collares de púas y de ahorque sin mecanismos de seguridad incorporados.
TIENDAS Y REFUGIOS
Respecto a establecimientos de cría, venta o refugios, todos los gatos y perros deberán estar microchipados y registrados en una base de datos nacional antes de ser vendidos o donados.
Además, las personas que cuidan gatos o perros deben tener una comprensión adecuada de su comportamiento y necesidades. Al menos un cuidador por establecimiento deberá seguir una formación específica aprobada por las autoridades competentes.
Criadores, vendedores y refugios deberán facilitar el acceso de los perros al exterior y no podrán mantenerlos en contenedores. También se establecerán normas sobre el espacio mínimo disponible para criadores y vendedores.
Los establecimientos tienen que garantizar la visita de los veterinarios y las empresas y refugios no deben abandonar perros ni gatos.
Al vender o donar gatos o perros, el responsable de los animales debe concienciar a los futuros dueños sobre la tenencia responsable.
Las gatas y perras que hayan tenido dos cesáreas no se utilizarán para la cría, con el fin de proteger su salud y bienestar.
Otra novedad es que los gatos y perros con “rasgos extremos” quedarán excluidos de la cría para que no los transmitan a las generaciones futuras si existe un alto riesgo de un efecto perjudicial en su bienestar o el de su descendencia, y no podrán participar en competiciones, espectáculos o exhibiciones.
Los vendedores, criadores y refugios dispondrán de cuatro años para adaptarse a las nuevas normas. Para los propietarios de mascotas que no vendan animales, la medida será obligatoria después de 10 años para los perros y de 15 años para los gatos.
(SERVIMEDIA)
26 Nov 2025
MGR/clc


