Según UGT, que había convocado huelga para este viernes, se descuelgan en "coherencia" con el acuerdo logrado junto con CCOO e Inditex la semana pasada, que “no se puede analizar simplemente desde el punto de vista económico o de consecuciones sociales finales, sino que es un acuerdo estratégico de mejora del sector de comercio, especialmente de los convenios colectivos autonómicos y provinciales que ahora mismo están a la deriva y en los cuales Inditex, dentro de la parte patronal, tiene mucho que decir”.

Asimismo, apuntó que la “solución intermedia” hasta que se consigan “las mejoras definitivas en las negociaciones colectivas provinciales” es “muy satisfactoria” y justifica evitar la huelga, “la cual siempre deja pérdidas económicas para todas las partes implicadas, así como un clima de división de la plantilla como un bloque único”.

Para el sindicato, “un acuerdo aplicable y un pacto de negociación de los convenios dentro de unos cauces aceptables que puedan desbloquear los convenios” son “ingredientes suficientes para dar un pequeño paso atrás”, aunque “sin dejar de lado los objetivos finales de la negociación colectiva”.

Así, consideró que continuar con la huelga significa “no dejar resquicio a que se cumpla lo acordado en su conjunto y cierra el poder de alcanzar mejoras desde un escenario de paz social sabiendo que, en cualquier momento, se pueden volver a convocar medidas de presión ante un incumplimiento de lo pactado”.

Por el contrario, la responsable de sector de Comercio y Grandes Almacenes de UGT en La Coruña, Sheila Canzobre, indicó en declaraciones a Servimedia que “como responsable” no se le había “notificado” y su idea era “seguir adelante con la huelga”. “La competencia entendemos que es del territorio de La Coruña”, indicó.

“Tenemos previsto que se cierren muchas tiendas”, indicó Canzobre. En su caso, la reivindicación se centra en el plus de sede, que el viernes pasado empresa y sindicatos (CCOO y UGT) acordaron incrementar desde los 57 euros actuales hasta los 240 euros en 2024. Para la sindicalista de UGT, este incremento “no llega” a los suplementos de “300 o 400 euros” que cobran algunos trabajadores de subcontratas de Inditex.

CONVOCATORIA DE CIG

Desde CIG, su representante sindical, Carmiña Naveiro, señaló a Servimedia que espera un apoyo “mayoritario” a la huelga y criticó que la compañía textil “pretendía vulnerar el derecho a la huelga” mediante contrataciones “temporales” a través de Empresas de Trabajo Temporal (ETT), pero que, tras una “denuncia”, se les aseguró que “iban a dejar de realizar contrataciones” y no usarían durante la huelga a ninguna persona contratada desde la convocatoria.

CIG, mayoritario en las empresas del grupo en la provincia, rechazó el pacto de Inditex con UGT y CCOO, subrayando que este último “firma a nivel estatal, cuando no llega al 5% de la representación en La Coruña”. Naveiro criticó que en la reunión mantenida el jueves los sindicatos afirmasen que “consultarían con las bases” la propuesta de Inditex y esta haya sido firmado por las “cúpulas” sin “hablar con las dependientas de las tiendas”.

Además del aumento en el plus de sede, el acuerdo incluía la recuperación del incentivo de dependientas en toda la compañía, aumentando su cuantía a 1.000 euros y a 600 euros en jornadas de menos de 24 horas semanales, a abonar en la nómina de febrero de 2023.

Asimismo, la compañía se comprometió a abrir una negociación para establecer en todas las marcas un sistema de incentivos y comisiones “más transparente, universal y equitativo, además de tener en consideración la omnicanalidad de ventas física y 'online'”.

Naveiro insistió en la propuesta de CIG, rechazada por la compañía, de elevar el sueldo base, actualmente de poco más de 1.000 euros según sus datos, unos 440 euros para “equipararlo con otros trabajadores del grupo”. “No estamos pidiendo limosna, sólo queremos llegar a fin de mes, nos sentimos el último eslabón de la compañía", indicó.

CRÍTICAS DESDE CCOO

Por su parte, desde CCOO trasladaron a Servimedia que la propuesta de Inditex se acercaba más a lo que pedían las dependientas de Zara porque, según sus datos, la compañía de Amancio Ortega proponía un aumento de 420 euros durante tres años.

Además, el pasado martes, el secretario general de la Federación de Servicios de CCOO, José María Martínez, señaló que la convocatoria de huelga era “una enorme irresponsabilidad” por estar conduciendo a la plantilla a un “callejón sin salida”.

Este criticó que CIG había decidido “en vez de empujar la negociación colectiva de todos los trabajadores del sector en La Coruña, hacer conflicto con la principal empresa” y puso en valor el acuerdo alcanzado entre Inditex y los sindicatos CCOO y UGT, destacando las “mejoras salariales generalizadas” con la recuperación del bonus de dependientas, que suponen unos 1.000 euros al año o “entre un 4% o un 5% sobre los salarios medios de Inditex”.

Asimismo, enfatizó que para las trabajadoras de La Coruña se negoció la mejora del plus de sede desde los 57 euros actuales a los 180 euros este año, 200 euros en 2023 y 240 en 2024 en 15 pagas, lo que supone en el salario real “1.844 euros más al año; 2.144 euros el segundo año y el tercero, 2.744 euros al año”.

Con todo, el responsable sindical de CCOO apuntó que las trabajadoras de La Coruña “pueden tener incrementos salariales este año de casi el 15%” y subrayó que la huelga “es una manera de restar capacidad de movilización y contractual en el convenio de La Coruña”.