Irene Castro, la madre de los menores, exigió que “se habilite” una antigua parada cerca de su casa “para evitar peligros" en la carretera y “reducir el trayecto”, según publicó este miércoles 'El Progreso’ en un artículo recogido por Servimedia. "Es una inseguridad total para mí porque no veo bien y también para mis dos hijos. Necesitamos una solución", manifestó.

UN PERIPLO PELIGROSO

Irene tiene que llevar a la parada a su hijo mayor acompañada del pequeño, de dos años y medio y diagnosticado de TEA. Para ello, se ve obligada a cruzar “una carretera de tres carriles”, la que une la N-634 y la A8, y circular por el arcén izquierdo como marca la normativa.

Cada día, esta madre debe transitar con el cochecito de los niños por el borde de un carril de desaceleración, incorporándose a la A-8- "sin refugio ni señalización".

Para cumplir con las normas, al ir por la izquierda, hay que cruzar la N-634 y, en el alto, volver a cruzar, lo que supone “un peligro y más con dos menores", subrayó. Esta lucense no comprende por qué "no hay parada. No sé por qué el bus se para aquí" y no al otro lado de la carretera donde hay dos marquesinas; una al lado de la iglesia y otra un poco más arriba.

Asimismo, la madre, que ha presentado varias quejas, se lamentó de que "de día me cuesta ver y de noche ni te cuento”. También solicitó transporte adaptado para el menor con discapacidad. "Mi hijo necesita que alguien lo acompañe”, explicó Irene Castro que cuenta con el apoyo de otras familias que presentaron sendas denuncias para que rehabiliten la antigua parada.

Mientras, la Xunta de Galicia señaló que "la parada de la Iglesia de Alba está en la N-634, una vía de titularidad estatal, sobre la que sólo tiene capacidad para actuar la Administración General del Estado".

Así las cosas, la Consejería de Educación sostiene que corresponde al Estado este tipo de mejoras que supondrían una inversión de 35 millones de euros.