Los sistemas de acogida y protección en Canarias "están sobrepasados", denunció en nota de prensa la organización, que hoy presentó el informe 'La respuesta de España a la crisis de Ucrania: ¿un punto de inflexión en la protección de la infancia en contexto de contingencias humanitarias migratorias?'.

En su intervención, el director ejecutivo de Unicef, José María Vera, reclamó "corresponsabilidad con otras comunidades autónomas", a fin de garantizar el interés superior de los menores no acompañados que acoge Canarias, como sí existió con los menores ucranianos.

A su juicio, el mecanismo de contingencia migratoria para que haya derivaciones y solidaridad entre los territorios supone "un indudable paso adelante, pero no está funcionando como debería”. “Una de las lecciones aprendidas de la crisis ucraniana es esa corresponsabilidad interterritorial y social, que debe darse en otras situaciones con niños de otros orígenes", demandó.

"Si no se produce por una vía solidaria y voluntaria", propuso estudiar "fórmulas de obligatoriedad que permitan trasladar a los niños y niñas no acompañados a otros puntos del país, con las debidas garantías". Es el Estado en su conjunto quien tiene la responsabilidad de cumplir con la Convención sobre los Derechos del Niño, y "la tiene que ejercer como corresponde”, zanjó Vera.

En el informe presentado hoy, Unicef analiza cómo se gestionó la rápida llegada de personas procedentes de Ucrania, a las que se concedió protección temporal tras la invasión rusa.

Junto a miembros de la organización, en la jornada participaron la representante de Acnur en España, Sophie Muller; y los secretarios de Estado de Migraciones, Pilar Cancela; y Juventud e Infancia, Rubén Pérez Correa.

Para Gustavo Suárez Pertierra, presidente de Unicef España, la crisis de Ucrania "ha demostrado que, si hay voluntad política, social y recursos, sí se puede dar una respuesta a la infancia que se desplaza".

José María Vera destacó a su vez que “el sistema de acogida, protección a la infancia, educativo y sanitario tuvieron una buena reacción, aunque es cierto, por ejemplo, que no se adoptaron protocolos de actuación integral con la infancia en los dispositivos de acogida".

En su opinión, "lo paradójico fue que seguían llegando niños y niñas procedentes de otros lugares y no recibieron una respuesta equivalente, ni en ese momento ni en los últimos años". Por ello, pidió que "esos menores que llegan desde otros países tengan los mismos derechos”.