A tenor de los datos de la segunda edición del ‘Estudio sobre hábitos en el uso del efectivo 2023’ publicado este lunes, el efectivo continúa siendo el que mayor porcentaje de españoles utiliza a diario en establecimientos físicos, un 65% de la población, lo que supone un punto más que en el año anterior.

Del mismo modo, el uso diario de las tarjetas bancarias se mantiene en el 32% en los dos ejercicios, mientras que los dispositivos móviles han ganado tres puntos y ya son usados por el 10% de la población diariamente.

Más minoritarias son las plataformas por internet como PayPal, cuyo uso diario ha crecido un punto y ha pasado del 0% al 1%, y las transferencias se mantienen en el 0%.

Al ser preguntados por los motivos para el uso, la comodidad es el más destacado para el efectivo en opinión de un 29,3%, para el 71,8% de los que usa la tarjeta y para el 73% de los que utiliza el dispositivo móvil.

La edad y el nivel de estudios siguen siendo los factores determinantes en el uso de los medios de pago. Así, por lo que se refiere a la edad, las personas mayores de 54 años son las que en mayor medida pagan en efectivo a diario, mientras que el tramo de edad entre 25 y 44 es el que más utiliza la tarjeta en su día a día, y los más jóvenes son los que más emplean los dispositivos móviles. Respecto al nivel de estudios, las personas con estudios básicos son las que más usan el efectivo a diario, mientras que las tarjetas son más utilizadas por personas con estudios medios y superiores, y los dispositivos móviles por las que tienen estudios superiores.

Respecto a la aceptación de los distintos medios de pago en los comercios, el efectivo se acepta en todos, mientras que la tarjeta y los dispositivos móviles no. No obstante, estos medios han aumentado su aceptación ligeramente, si bien siguen teniendo menos que el efectivo en zonas sin oficina bancaria estable (82% y 65%, respectivamente).

A un año vista no se esperan grandes cambios en el uso del efectivo. Así, dos de cada tres encuestados considera que su uso será similar al actual dentro de un año, aunque esta percepción también varía según la edad. El 39% de los menores de 35 años cree que su uso del efectivo disminuirá. Entre los mayores de 64 años, sin embargo, solo un 16% considera que pagará menos en metálico.

Con respecto a los puntos de acceso al efectivo, el cajero es la principal fuente de obtención para tres de cada cuatro ciudadanos. Y, aunque los puntos de retirada se perciben algo más alejados que en 2022, ocho de cada diez personas en España pueden acceder al efectivo a menos de un kilómetro.

En cuanto a los problemas para operar, el 45% de los ciudadanos no ha tenido ninguna dificultad con el servicio de ventanilla de su oficina habitual. Las principales dificultades manifestadas son aquellas relacionadas con la calidad del servicio (limitación del horario y tiempo de espera), así como la distancia a la oficina en los municipios sin oficina bancaria estable. En concreto, el 30% las señala en ventanilla y el 21% en tiempo de espera.

Por último, en relación al euro digital, el nivel de conocimiento entre la población sigue siendo bajo, solo un 20%, pero por encima del 17% que lo señalaba en 2022. Entre los pequeños comercios, el porcentaje se mantiene en el 23%.

Preguntados sobre el uso, un 20% afirma que lo utilizaría como complemento de los medios de pago actuales, un punto menos que hace un año, y un 65% no lo utilizaría frente al 58% del estudio de 2022.