VICTIMAS URRUSOLO. FUNDACION MANUEL BROSETA: "NO HAYQUE PENSAR EN LA VENGANZA, SINO EN LA JUSTICIA"

MADRID
SERVIMEDIA

José María Giménez de la Iglesia, presidente de la Fundación Manuel Broseta, catedrático de la Universidad de Valencia cuyo asesinato en 1992 se le atribuye al etarra José Luis Urrusolo Sistiaga, afirmó hoy a propósito de su detención en Francia que "hay que mantener una serenidad suficiente como para no estar en este momento pensando en venganzas, sino en la justicia".

En declaraciones a Servimedia, Giménez de la Iglesa, amigo personal de Manuel Broseta, recordó que "el daño que se le hizo a Manuel Broseta es irreparable ya, pero como persona dentro de la sociedad española, creo que el restablecimiento y el cumplimiento de la justicia es importante para que en el futuro no vuelvan a pasar desgracias como la que lamentamos los amigos de Manuel Broseta".

No obstante, calificó la detención de Urrusolo Sistiaga de "satisfactoria", aunque matizó que "dentro de la serenidad que hay que tener en todas las reacciones de lavida, y teniendo en cuenta que estamos en un Estado de Derecho".

El asesinato de Manuel Broseta, catedrático de Derecho que impartía clase en la facultad de la Universidad de Valencia en la época en que sucedieron los hechos, fue asaltado en el paseo Blasco Ibáñez del campus universitario en enero de 1992 por un hombre y una mujer, el primero identificado como Urrusolo Sistiaga, que realizaron varios disparos que acabaron con su vida.

El presidente de la Fundación, cuyo vicepresidente es Manuel Boseta, hijo mayor de la víctima, todavía se pregunta por qué ETA eligió como objetivo al catedrático, "cuando ni siquiera estuvo relacionado con la causa vasca ni nada parecido". En una retrospectiva de su figura humana, Giménez de la Iglesia subrayó que Broseta era una persona "con un gran carisma" en Valencia.

La única vinculación de Manuel Broseta con la política activa se ciñó años atrás a su participación en el desaparecido partido de la UCD. Posteriormente, reanudó su actividad como abogado en u despacho de la capital levantina, lo que compaginaba con las clases universitarias. Giménez de la Iglesia añadió que quizá pudo haberse incorporado como independiente al PP tras su refundación, "ya que era un hombre con unas importantes inquietudes políticas".

(SERVIMEDIA)
17 Ene 1997
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