Empresas
Las empresas españolas “cada vez son más conscientes” de que la rentabilidad va de la mano del impacto social y medioambiental
VÍDEO: los clientes de Servimedia disponen de imágenes y sonido de estas declaraciones en el enlace http://servimedia.tv/FundacionBequalImpactoSocial

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Las empresas españolas están empezando a transitar hacia “un nuevo modelo económico”, que deja atrás la visión que ha imperado durante los últimos 200 años, basada únicamente en los números, y son “cada vez más conscientes de que, además de maximizar la rentabilidad económica, también tienen que tener una labor medida social y medioambiental”.
Así lo cree el presidente y fundador de ImpactCo, Ángel Bonet, que define el resultado de este cambio de mentalidad empresarial como “economía de impacto”, como comentó en una entrevista con Servimedia.
“Un empresario con alma o en mayúsculas siempre ha generado riqueza a su alrededor, pero también ha intentado a su alrededor también generar prosperidad y tener en cuenta su entorno social y medioambiental. Pero no ha hecho más que empezar. Estamos en el albur de una gran revolución económica muy interesante”, pronosticó.
Esta visión social y medioambiental de las empresas también se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030, que a cinco años de esa fecha parece difícil de cumplir por completo.
Pese a ello, Bonet se mostró optimista con los avances, porque en este tiempo se ha producido “un cambio de nivel de profundidad muy potente” y ha incorporado a esta causa a “muchísima gente, especialmente la clase inversora de grandes corporaciones”, pero también entre consumidores cada vez más informados y demandantes.
“Los que tienen la convicción realmente de abrazar la economía social, la economía del propósito, son capaces de grandes sacrificios para que realmente sus compañías sean compañías que perduran en el tiempo, sean mucho más sociales”, defendió.
Para aquellas que van más rezagadas, abogó por “incentivar más que castigar”, y por actuar en las escuelas de negocio a través la formación u la información, para que las nuevas generaciones de directivos tengan “una mentalidad distinta donde abracen este sentimiento”.
No obstante, en el caso de aplicar sanciones, Bonet reclamó unas reglas del juego comunes para todos los países, ya que “no todos tienen tantas restricciones” como en Europa, donde la normativa es más estricta y “asfixia un poco” al empresario.
Para asegurar ese cumplimiento empresarial con los aspectos sociales y medioambientales existen “certificaciones muy estrictas” como el sello Bequal, que además se fija en la inclusión laboral de las personas con discapacidad y, en consecuencia, en la labor social de las compañías.
“El certificado les aporta valor real para llegar más lejos. Además de ese reconocimiento, es una hoja de ruta para saber cómo pueden ser mejores y cómo pueden alcanzar la excelencia desde el punto de la sostenibilidad en general, pero conectado también con lo social y con la dimensión de la discapacidad”, detalló el director de Relaciones Institucionales y Sostenibilidad del Grupo Social ONCE, Fernando Riaño, en la misma entrevista con Servimedia.
En su opinión, cualquier empresa que cuente con un certificado Bequal cumple con “las tres R” de responsabilidad, rentabilidad y reputación. Esta última, “el activo más valioso para cualquier organización”.
DESCONOCIMIENTO, PRINCIPAL BARRERA
Cumplir con la dimensión social e incorporar a sus plantillas a personas con discapacidad es la asignatura pendiente de muchas empresas y aún queda “mucho camino por recorrer”, como apuntó Riaño.
“La gran barrera está en el desconocimiento (por parte de las empresas)”, citó como la principal causa de que una de cada cuatro personas con discapacidad con posibilidad de trabajar lo esté haciendo y sólo una de cada diez con gran discapacidad.
A pesar de la falta de información sobre la discapacidad y los trabajadores con discapacidad, el director de Relaciones Institucionales y Sostenibilidad del Grupo Social ONCE se mostró optimista con los pasos que se van dando desde la perspectiva social en la contratación de estas personas.
“Ninguna empresa, ninguna organización, ha dado marcha atrás (…). Creo que una alianza como esta contribuirá y servirá para que lo social y la discapacidad estén en la agenda y las personas con discapacidad tengan más oportunidades desde el punto de vista del empleo”, aseguró.
Bonet coincidió en esa idea de que las empresas que contratan a personas con discapacidad o en situación de vulnerabilidad no se arrepienten e identificó en esta tendencia “un momento de madurez del sistema”.
Este cambio de comportamiento rompe con la idea de que “el éxito es el dinero” y se centra en generar valor social, más allá de las cuentas, y tener el “propósito” de “humanizar las compañías”.
TERCER EMPLEADOR DEL PAÍS
El Grupo Social ONCE, como tercer empleador del país, es un ejemplo de que la inclusión laboral de las personas con discapacidad “no solo es plausible, sino que es posible”, en palabras de Riaño.
“Con los datos actualizados, ya siendo el tercer empleador en el país entre personas con y sin discapacidad, pero con un altísimo porcentaje de personas con discapacidad, creo que es algo que ratifica que otra forma de hacer las cosas es posible, que esa economía de impacto ha venido para quedarse”, recalcó.
Este modelo es un “gana-gana” tanto para el empleado como para el empleador y lo miran con atención tanto empresas españolas como internacionales, ya que el Grupo Social ONCE es el mayor empleador de personas con discapacidad del mundo.
Bonet también reconoció ese liderazgo del Grupo Social ONCE y la calificó como “un ejemplo global” del que “hay que sentirse muy orgullosos”.
(SERVIMEDIA)
04 Oct 2025
NFA/mjg/pai