Una especie de gusano perdió 7.000 genes para autofecundarse
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Una especie de pequeño gusano llamada ‘Caenorhabditis briggsae’ desarrolló hace un millón de años la capacidad de reproducirse por autofecundación, por lo que la mayoría son hermafrotidas con órganos sexuales masculinos y femeninos, y para llegar a adquirir esa capacidad tuvo que perder alrededor de 7.000 genes.
Ésta es la conclusión principal de un estudio realizado por 10 investigadores de instituciones de Canadá o Estados Unidos, y publicado en la revista ‘Science’, donde se destaca que los gusanos que se fecundan a sí mismos han perdido un cuarto de su genoma, incluidos los genes que hacen que los espermatozoides sean competitivos.
La reproducción en la mayoría de las especies de animales requiere de dos individuos, pero algunos gusanos han desarrollado la capacidad de autofecundarse para producir descendencia, lo que se conoce como ‘autopolinización’.
“Nuestros resultados sugieren que los genes que son esenciales durante decenas de millones de años pueden de repente volverse inútiles o pasivos, incluso cuando cambia el sistema sexual”, apunta Eric Haag, profesor de biología en la Universidad de Maryland (Estados Unidos) e investigador principal del estudio.
Para analizar cómo ‘Caenorhabditis briggsae’ evolucionó hasta la autofecundación, Erich Schwarz, profesor asistente de Biología olecular y genética en la Universidad Cornell (Estados Unidos), secuenció el genoma de ‘Caenorhabditis nigoni’, que es el pariente más cercano y siempre se reproduce al aparearse con otros individuos.
Al comparar los genomas de las dos especies, los investigadores encontraron que los gusanos ‘C. briggsae’ tenían 7.000 genes menos que ‘C. nigoni’ y que aquellos perdieron cerca de un cuarto de su genoma a lo largo del tiempo.
Debido a que los dos gusanos difieren principalmente en su método de reproducción, los investigadores plantearon la hipótesis de que el cambio de la fecundación entre dos individuos a la autopolinización desencadenó una pérdida de genes.
Para confirmar esto, compararon la actividad de genes en ‘C. nigoni’ machos y hembras y encontraron que casi tres cuartas partes de los genes que ‘C. briggsae’ perdieron eran más activos en ‘C. nigoni’ que en las hembras.
(SERVIMEDIA)
05 Ene 2018
MGR/caa