Amnistía ve “una nueva era de activismo social” tras el odio generado por algunos gobiernos

- Sitúa la libertad de expresión como “campo de batalla decisivo” y censura el “apocalipsis de la austeridad”

MADRID
SERVIMEDIA

El discurso del odio y el miedo impulsado desde algunos gobiernos, que amenaza con normalizar la discriminación en gran escala de los grupos marginados, ha generado “una nueva era de activismo social” con movimientos de protesta formados por ciudadanos que reclaman justicia en defensa de los derechos humanos, según aseguró este jueves Amnistía Internacional (AI) en su último informe anual.

El informe, que lleva por título ‘La situación de los derechos humanos en el mundo’, repasa la situación de los derechos humanos en 159 países durante el año pasado a lo largo de 474 páginas y es la primera vez que se presenta en Washington (Estados Unidos).

“La clara medida de odio que adoptó el gobierno de Estados Unidos en enero, cuando prohibió la entrada de las personas procedentes de varios países de mayoría musulmana, preparó el terreno para un año en el que quienes ejercían el liderazgo llevaron la política del odio hasta sus últimas y más peligrosas consecuencias”, señala.

La presidenta de Amnistía Internacional en España, Arancha Vicario, apunta que el mundo fue testigo en 2017 de las “terribles consecuencias” de utilizar a minorías como “chivo expiatorio”, como “la campaña de limpieza étnica llevada a cabo contra el pueblo rohingya en Myanmar”.

Vicario denuncia que algunos gobiernos restringen “sin pudor” garantías de derechos humanos, como intentos de menoscabar el poder judicial en Polonia, la despenalización de algunas formas de violencia en el ámbito familiar en Rusia y en la India, y medidas antiterroristas “en toda Europa” que limitan los derechos de las personas.

Para Amnistía Internacional, estas “políticas represivas” han impulsado a numerosas personas a sumarse a luchas que vienen librándose desde hace tiempo, con logros como el levantamiento de la prohibición total del aborto en Chile, el avance hacia el matrimonio igualitario en Taiwán y una victoria histórica contra los desalojos forzosos en Abuya (Nigeria). “Estamos en una nueva era de activismo social”, añade Vicario.

Además, la ‘Marcha de las Mujeres’ centrada en Estados Unidos y con ramificaciones en todo el mundo puso de manifiesto la creciente influencia de los nuevos movimientos sociales, como el fenómeno ‘Me too’ (‘Yo también’) en Estados Unidos y ‘Ni Una Menos en Latinoamérica, que denuncian la violencia contra las mujeres.

“ALCEMOS LA VOZ”

Por otro lado, el director de Amnistía Internacional en España, Esteban Beltrán, apunta que “la libertad de expresión va a ser un campo de batalla decisivo para los derechos humanos” en un contexto de predisposición de líderes a propagar “noticias falsas”, ataques a la prensa, cierres de organizaciones y homicidios de activistas.

Beltrán añade que “hablar claro al poder se está volviendo cada vez más peligroso” en un clima en que “los gobiernos están utilizando la comunicación de masas para infundir miedo”. “En este momento es más esencial que nunca que alcemos la voz”, recalca.

El año pasado mataron a centenares de activistas al intentar las autoridades silenciar a quienes participaban en actividades de campaña y amordazar los medios de comunicación, explica el informe. Donde más periodistas acabaron en prisión fue en Turquía, Egipto y China, país, este último, donde el Nobel de la Paz Liu Xiaobo murió tras haber sido encarcelado por criticar al gobierno. Amnistía Internacional fue objeto de amenazas por su trabajo en Hungría y de detenciones sin precedentes de su personal en Turquía.

“APOCALIPSIS DE LA AUSTERIDAD”

Por otra parte, Amnistía Internacional indica que las políticas de austeridad afectan a los derechos de las personas a la salud y la vivienda, entre otros, y prevé un “futuro desalentador” si continúan aplicándose, especialmente en el sudeste asiático y África subsahariana.

Esas políticas podrían generar 2,4 millones de pérdidas de empleos de personas de bajos ingresos con escasas perspectivas laborales, una consecuencia de lo que Beltrán denomina el “apocalipsis de la austeridad”.

“Estamos presenciando cómo se hace historia a medida que cada vez más gente se rebela y exige justicia. Si quienes ejercen el liderazgo no se percatan de lo que está llevando a la gente a protestar, será su ruina. La gente ha dejado sobradamente claro que quiere que se respeten sus derechos humanos; ahora corresponde a los gobiernos mostrar que están escuchando”, concluye Shetty.

(SERVIMEDIA)
22 Feb 2018
MGR/gja