Los padres decidieron ocultar una grabadora en la ropa de su hijo tras detectar cambios en su comportamiento. Fue así como conocieron los insultos y castigos a los que sometían al niño de ocho años.

En declaraciones a Servimedia, una portavoz de la familia aclaró que sí recibieron una comunicación del Área territorial para conceder el traslado del niño a otro centro público, después de denunciar los hechos ante un juzgado de Getafe.

“Nos comunicaron que el cambio era posible”, pero en cuanto a la denuncia, nadie se ha puesto en contacto con la familia, indicó.

Con todo, precisó que los padres encuentran “muy positivo” la apertura de una investigación por parte de la Consejería, y que “estarán muy atentos a sus conclusiones y a las medidas cautelares que se puedan tomar contra las profesoras”, aún en ejercicio.

Por otro lado, la portavoz apuntó que desde la interposición de la denuncia en enero, “los padres han tenido conocimiento de otras quejas y denuncias en el mismo centro”. “Algunos han salido en los medios y otros no”.

En la actualidad, el niño asiste a otro centro de educación especial, “al que se está adaptando”.

"Está mejor". “Todavía tiene que hacerse al nuevo sitio, pero al menos entra y sale contento, que ya es bastante”, concluyó.