El coordinador general de Izquierda Unida, Alberto Garzón, expuso en la tribuna del Congreso de los Diputados la oposición de Unidos Podemos a los Presupuestos Generales del Estado defendidos por el ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, y desgranó algunas partidas que "llaman la atención" incluso "por la torpeza" del Gobierno al plasmar un recorte del 20% en la lucha contra el cambio climático, algo "sorprendente" teniendo en cuenta lo que ya se sabe sobre ese fenómeno, o incluir solo 80 de los 200 millones comprometidos en el pacto de Estado contra la violencia machista.

Esos Presupuestos, aseguró, consolidan los recortes inciados en 2010 y la reducción progresiva de la inversión pública, y el "acuerdo de última hora" con el PNV en materia de pensiones demuestra "que movilizarse en la calle sirve, clarísimamente", a pesar de que muchos portavoces del PP "insultaron" a los pensionistas que se maifestaron. Demuestra también "que ustedes mentían" al decir que no había dinero para subir todas las pensiones en la línea del IPC, pero ahora, "magia mediante, sí es posible".

Garzón denunció también el "cariño" que el Gobierno demuestra por las grandes empresas a las que aumenta lso beneficios fiscales con una tributación máxima del 7% cuando la de las familias es del 15% o incluso el 25%. También cae la recaudación por lucha contra el fraude mientras el 80% de los inspectores persigue a particulares, autónomos y pymes y solo el 20% investiga a las grandes corporaciones y fortunas, "donde está la mayoría del fraude".

Pese a haber recuperado el PIB de hace diez años, aseguró, no se recuperan los servicios públicos de entonces, y menos aún con "la hipoteca naranja" suscrita con Ciudadanos, con políticas fiscales que hacen que el crecimiento no llegue a la mayoría social sino a quienes "se quedan la mayor parte de la tarta".

ALTERNATIVA

Tras Garzón, el portavoz de Presupuestos del grupo confederal, Segundo González, argumentó el veto a la totalidad de Unidos Podemos con su alternativa de presupuestos. En ella, se multiplicaría la lucha contra el fraude para recaudar otros 350 millones, cosa de lo que no ve capaz a “un partido de cleptópmanos, y no lo digo por Cifuentes”, según dejó caer en alusión al vídeo que ha precipitado la dimisión de la presidenta de la Comunidad.

Además, con un impuesto sobre la banca, más el de transacciones financieras, calculó que se recaudarían 1.500 millones, otros 1.300 por un impuesto a las sicav, otros 1.400 millones con gravámenes al capital inmobiliario, 2.600 más por tasas verdes, 7.200 eliminando el tope a las cotizaciones de los salarios más altos, entre otras medidas. En total, cree que así se cosecharían 15.000 millones que invertiría actualizando todas las pensione según el IPC (2.200 millones), estableciendo una renta garantizada (3.000), financiando la ley de dependencia (2.500), haciendo gratis la educación de 0 a 3 años (3.000) e impulsando la digitalización.

Medidas que contrapuso al “cuponazo” concedido el año pasado al PNV a cambio de su apoyo a los presupuestos, según denunció esgrimiendo una ampliación del Cupón de la ONCE. “Si se puede, se puede, pero ustedes no quieren”, concluyó González, en rima con la sentencia con la que finalizó su compañero Alberto Garzón su intervención anterior, y esgrimiendo los ejemplos de los ayuntamientos de Madrid, Barcelona, Valencia y Cádiz, gobernados por candidaturas coparticipadas por Podemos.

Por su parte, Lucía Martín, desde En Comú Podem, criticó que el Gobierno central quiera “seguir quedando bien con Bruselas cargando el cumplimiento del déficit” a las otras administraciones, y que el acuerdo con el PNV no sólo castiga a Cataluña, sino al resto de comunidades autónomas, dentro de lo que en su opinión es “una guerra del PP y Ciudadanos contra el Estado del Bienestar”, del que se luego tienen que ocuparse las comunidades y los ayuntamientos”.

Acusó también al Ministerio de Hacienda de incumplir la disposición del Estatuto de Cataluña que establecía que la inversión en la comunidad tenía que ser equivalente al 19,8% que representa de la del conjunto de España, dado que en el proyecto de Presupuestos es sólo del 13,3%. Por último, preguntó “en qué bolsillos está el dinero de la recuperación” después de que las mujeres sobrellevaran la crisis haciendo las tareas que dejaba de hacer el Estado. A su vez, desde En Marea, Miguel Anxo Fernández Belo repitió la tesis de que el Gobierno español cumple con el “corsé” de Bruselas con “un culto casi religioso a la consolidación fiscal”.