Éstas son dos de las medidas acordadas este jueves en la Conferencia Sectoria de Medio Ambiente, celebrada en Madrid después de más de un año de inactividad y a la que acudieron tanto la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, como consejeros autonómicos de medio ambiente y energía.

“Por primera vez, los consejeros de energía y medio ambiente han compartido reunión. Las prioridades de este Ministerio son facilitar esa conversación en campos que muchas veces son complejos, que parecen contradictorios, pero que están intrínsecamente ligados”, apuntó Ribera a los periodistas tras la reunión.

Ribera indicó que compartió con los consejeros las “líneas maestras” de la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética que presentará el Gobierno, la cual irá acompañada de un Plan de Transición Justa para las personas afectadas por sectores económicos como las térmicas de carbón.

Además, desgranó los trabajos para ultimar el Plan Nacional de Energía y Clima 2021-2030, de obligado cumplimiento a través de la UE y que reflejará la contribución de España para alcanzar la neutralidad de carbono a mediados de este siglo, es decir, que las emisiones de gases de efecto invernadero liberadas a la atmósfera no superen a las que los ecosistemas pueden absorber.

La Conferencia aprobó los criterios de reparto de los fondos relativos al desarrollo del Plan Estatal Marco de Residuos (Pemar) y del Plan Impulso al Medio Ambiente de Residuos (PIMA Residuos), con nueve millones de euros que repartirá Transición Ecológica con el fin de avanzar en el reciclado y el cumplimiento de los objetivos europeos de gestión de residuos.

Esos fondos deben ser validados por el Consejo de Ministros y el Gobierno apoyará iniciativas de compostaje doméstico y comunitario, de recogida separada de biorresiduos y de recogida separada de aceites empleados en cocinas, entre otras.

Además, se acordó la propuesta de distribución de 2,09 millones de euros del Fondo del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad para mejorar la conservación de la cerceta pardilla, el visón europeo, la jara de Cartagena, la margaritona y el urogallo cantábrico, especies recientemente declaradas ‘en situación de peligro crítico’.

Esos fondos, que también deberán ser aprobados por el Consejo de Ministros, serán repartidos entre Aragón, Asturias, Baleares, Cantabria, Castilla y León, Comunidad Valenciana, La Rioja y Murcia, regiones donde se localiza el área de distribución de esas especies o en los que se producen amenazas que influyen sobre su estado de conservación.

ESPECIES EXTINGUIDAS

Por otra parte, la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente aprobó el primer Listado de Especies Extinguidas en Estado Silvestre de España en función de las principales fuentes de conocimiento disponibles. Esas especies podrían ser objeto de proyectos de reintroducción, con lo que no se autorizarán las que no figuren en la lista, la cual está abierta a incorporaciones.

Ese listado consta de 32 especies, con mamíferos como el lince europeo y la foca monje del Mediterráneo, peces como el esturión europeo y la lamprea de río, aves como el pigargo europeo, el grévol y el torillo andaluz, y una decena de especies vegetales, algunas declaradas extintas en estado silvestre en todo el planeta, como ‘Kunkeliella psilotoclada’, un arbusto endémico de Tenerife que fue visto por última vez en 1983 en el extremo noroccidental de la isla y del que aún existen semillas en jardines botánicos.

Además, la Conferencia Sectorial acordó dos nuevas estrategias para la lucha contra especies exóticas invasoras, la segunda causa de pérdidad de biodiversidad en los entornos continentales y la primera en las islas.

En concreto, se trabajará en el control de ‘Cortaderia spp’, conocida como plumero o hierba de la Pampa, y de la presencia de ofidios en Canarias y en Baleares, donde han proliferado por el tráfico ilegal de especies y el comercio de material vivo.