El episodio de lluvias intensas de los últimos días dejó la mayor tromba de agua de la historia nunca registrada en España en una hora, concretamente en Vinaròs (Castellón); las lluvias más intensas jamás observadas entre dos y seis horas, que se produjeron en Alpandeire (Málaga), y el día de octubre más lluvioso en Teruel desde 1986 y en Calamocha desde 1992. Los récords entre una y seis horas son provisionales a falta de validación oficial, según subrayó a Servimedia uno de los portavoces de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo.

Este temporal obligó a la Aemet a activar el aviso rojo (riesgo extremo, el máximo en una escala de tres niveles) en zonas de Castellón, Málaga, Tarragona y Sevilla, y causó daños materiales en localidades mediterráneas, la muerte de un bombero en Málaga al volcar el camión en el que viajaba mientras se encontraba en acto de servicio, varios municipios incomunicados, algo más de una decena de carreteras cortadas y grupos de personas desalojadas de sus casas.

Pero no todos los efectos del temporal, popularmente conocido como ‘gota fría’, han sido negativos, puesto que las lluvias intensas han provocado que los embalses españoles hayan dejado atrás cuatro meses perdiendo agua, algo que comenzó poco después del inicio del verano, cuando la reserva hidráulica nacional descendió al 71,9% tras perder 540 hectómetros cúbicos (hm3) en una semana.

MÁS QUE LA MEDIA DE LA DÉCADA

La reserva hidráulica española se encuentra actualmente al 52,3% de la capacidad total después de aumentar la última semana en 343 hm3, hasta situarse ahora en 29.344 hectómetros cúbicos. Ello supone un 0,8% más que la media de la última década y un 38,6% más que el año pasado, según datos dados a conocer este martes por el Ministerio para la Transición Ecológica.

De esta forma, los embalses dejan atrás 17 semana a la baja después de que las precipitaciones afectaran la semana pasada a amplias zonas de la península, con el valor máximo recogido en Tortosa (Tarragona), con 146,4 litros por metro cuadrado.

Los datos históricos del Ministerio para la Transición Ecológica, a los que tuvo acceso Servimedia, indican que los embalses españoles tienen más agua en esta época que la media de la serie histórica, que comienza en 1990, pues la reserva actual es inferior a los niveles de 1997 (57,6%), 1998 (59,0%), 2001 (54,4%), 2003 (56,5%), 2004 (55,4%), 2010 (65,0%), 2011 (59,2%), 2013 (65,6%), 2014 (63,7%) y 2015 (55,0%), y superior respecto de otros 18 años.

Los niveles más altos de agua embalsada en la actualidad corresponden a las cuencas internas de Cataluña (85,1%); Tinto, Odiel y Piedras (73,4%); el Cantábrico Oriental (69,9%); las cuentas internas del País Vasco (66,7%); el Ebro (65,9%); el Cantábrico Occidental (64,1%); Guadalete-Barbate (61,2%); la cuenca mediterránea andaluza (60,5%), y Galicia Costa (53,9%).

Por detrás estan las cuencas del Duero (51,7%), el Guadiana (52,7%), el Guadalquivir (51,2%), el Miño-Sil (49,4%), el Tajo (49,3%), el Júcar (29,8%) y el Segura (20,5%).