Martes, reunión con Sánchez

Iglesias llevará hasta el final su afán por un Gobierno ‘a la valenciana’

MADRID
SERVIMEDIA

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se reunirá este martes con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el primer jalón de una negociación de lo que Podemos quiere que sea un Ejecutivo de coalición, con el ejemplo del que se va a constituir en la Generalitat valenciana.

Sánchez ha querido convocar el mismo día en el Congreso de los Diputados a Iglesias; al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, y al del PP, Pablo Casado, en estricto orden de menor a mayor representación parlamentaria pero sin hacer distingos entre uno u otro como “socio preferente”, etiqueta que la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, retiró a Podemos en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del viernes.

Iglesias, en su intervención ante el Consejo Ciudadano Estatal del partido ayer, sábado, volvió a llamar la atención sobre este “giro del PSOE, que hizo una campaña reivindicando un programa de izquierdas” y dando a entender que se entendería con Unidos Podemos, y ahora que ha ganado las elecciones, “una vez más, vuelve a girar a la derecha y ha tratado de presionar al PP y fundamentalmente a Ciudadanos para lograr un acuerdo que asegure su gobernabilidad, con visita internacional a (el presidente francés, Emmanuel) Macron incluida”.

Esta supuesta tendencia del PSOE a mirar a su derecha una vez que ha ganado las elecciones y la constatación en los pasados meses de que “los acuerdos programáticos son papel mojado” y “no hay ningún mecanismo que permita obligar a un Gobierno a ejecutar un acuerdo programático” si no es formando parte de él son los motivos que esgrime Podemos para exigir su entrada en un Gobierno de coalición. Y asegura que no se bajará de esta exigencia.

Ni Iglesias ni su número dos, Irene Montero, quisieron el jueves ni el viernes contestar con claridad a la pregunta de si Unidas Podemos tumbará con su no o su abstención la investidura de Sánchez en caso de que no les integre en el Gobierno, pero fuentes del partido dan a entender que mantendrán la apuesta hasta el final, como sí advirtieron otros portavoces del grupoparlamentario en el Congreso: el de de En Comú Podem, Jaume Asens; la de Galicia en Común, Yolanda Díaz, y el de Equo, Juantxo López de Uralde.

Las citadas fuentes sostienen que son Sánchez y el PSOE quienes tendrían más que perder en una hipotética repetición electoral consecuencia de una investidura fallida. Podemos, admiten, podría perder algunos diputados si se impone el voto útil de izquierdas, pero Sánchez podría perder su posibilidad de gobernar.

RIESGOS DE LA REPETICIÓN ELECTORAL

Apuntan al ejemplo de Navarra para plantear la posibilidad de que el PP, Ciudadanos y Vox decidieran concurrir juntos a unos nuevos comicios y beneficiarse de la Ley D`Hondt para aventajar a la izquierda, cuyo electorado, además, podría desmovilizarse por confianza, por desilusión cuando los propios votantes socialistas quieren una coalición con Unidas Podemos que una vez frustrada por el PSOE ya no podría reeditarse a la segunda, y porque se ha mitigado mucho el miedo a Vox.

Es por eso que en Podemos no entienden que el PSOE se esté tomando con tanta parsimonia el inicio de las negociaciones y no haya ni intentado recabar apoyos, algo que denunciaron los líderes de todos los partidos tras reunirse con el Rey. A su entender, a medida que se acerque el fin del plazo, de momento más estacional que normativo, la presión aumentará sobre los socialistas, que son quienes tienen que formar gobierno, y será más fácil arrancarles contraprestaciones.

En cualquier caso, Iglesias ha repetido hasta la saciedad que él no pedirá “la luna”, "cosas imposibles" ni “nada que no nos corresponda” por su representación, que es poco más que la tercera parte de la que tiene el PSOE. Con esta afirmación parece querer alejarse expresamente de las exigencias que puso sobre la mesa en rueda de prensa nada más reunirse con el Rey en 2016, cuando Sánchez aún estaba en el Palacio de la Zarzuela. Es decir, parece obvio que Podemos no pedirá ministerios de Estado, como Interior, Justicia, Defensa o Asuntos Exteriores. ¿Entonces, qué tipo de Gobierno de coalición quiere Podemos?

Ayer, antes del Consejo Ciudadano Estatal, el ahora secretario de Acción de Gobierno del partido, Pablo Echenique, que pilotará la negociación con el PSOE, puso a Sánchez el ejemplo de la “predisposición” que están mostrando los socialistas de la Comunidad Valenciana, Baleares, Canarias y La Rioja a integrar a Unidas Podemos en sus ejecutivos autonómicos.

De estas comunidades, en la que el acuerdo está a punto de cerrarse, porque sus elecciones regionales coincidieron con las generales el 28 de abril, es la valenciana, un modelo que los dirigentes estatales de Podemos suelen citar como ejemplo a seguir.

Fuentes de Podemos Comunidad Valenciana avanzaron que la firma es inminente y que a este partido se le reservará una Vicepresidencia asociada a una Consejería, previsiblemente dedicada a asuntos sociales o a la transición energética; Compromís recibirá otra Vicepresidencia asociada a otra Consejería. Curiosamente, Asens, hombre cercano a Iglesias, apuntó esta posibilidad el miércoles tras la consulta con el Rey.

EL EJEMPLO DE OLTRA

Según recordó, en lo gobiernos de coalición en Europa “hay muchas fórmulas” y “diferentes tipos de entendimiento”. Así, mencionó “compartir en bloque los diferentes ministerios” o “con una Vicepresidencia fuerte más allá de que haya ministerios, o ponernos de acuerdo en la designación de los diferentes cargos institucionales”. El ejemplo de Mónica Oltra, que fue vicepresidenta de Ximo Puig y ha permitido a Compromís reeditar un gran resultado en las autonómicas, lejos de quedar vampirizado por el PSOE, parece estar en la mente de algunos dirigentes de Podemos.

Lo de compartir todos los ministerios con personal mezclado del PSOE y de Unidas Podemos era una aspiración de este último partido durante la campaña electoral, pero ya tiene asumido que los socialistas no permitirán topos de su socio de gobierno en las carteras más sensibles como Defensa o Interior.

Esta fórmula se patentó también, curiosamente, en el Gobierno valenciano de la legislatura recién terminada, donde todas las consejerías tenían representantes del PSOE y de Compromís, en lugar de destinar unas al primer partido y otras al segundo, como en el Gobierno catalán Junts per Catalunya y ERC. Y Podemos cree que funcionó mejor que la del Ejecutivo de Quim Torra, pero no ve al PSOE dipuesto a aceptarla.

Entonces, quedaría la opción del inminente nuevo Gobierno valenciano, que, trasladada al central, significaría que Podemos pedirá al PSOE una Vicepresidencia asociada a algún ámbito de especial interés para el partido, como los asuntos sociales o la transición energética que se barajan en las negociaciones valencianas. Podemos podría vender como propios los avances en estas materias y los cambios en la legislación laboral y fiscal que intentaría arrancar al PSOE, dando por sentado que Sánchez tampoco cederá a su socio de gobierno ni Economía ni Hacienda.

En cuanto a qué representante concreto de Podemos entraría en el Gobierno, ni Iglesias ni Montero han dado pistas, pero sí han insistido en que ellos no pondrán vetos a los nombres que designe el PSOE y, en justa correspondencia, creen que los socialistas tampoco vetarán los que elijan ellos.

IGLESIAS EMBELLECIENDO A SÁNCHEZ

Con esta frase dan a entender que no aceptarían simples independientes cercanos a Podemos pero designados por Sánchez, sino que presentarán a sus propios candidatos exigiendo que no sean rechazados. Y todo el mundo sabe que si algún miembro de Podemos podría ser rechazado por la incomodidad de que eclipse al propio presidente, ése es el propio Iglesias.

Pese a todas estas reclamaciones, en Podemos se muestran confiados, tanto en público como en privado, de que al final se llegará a un acuerdo con el PSOE. Es más, hay quien dice en el equipo de Iglesias que a Sánchez le crearía una muy buena imagen en Europa haber incorporado a su gabinete a los célebres “indignados” que llenaron hace años la Puerta del Sol. “Nosotros embellecemos mucho un Gobierno del PSOE”, sugieren.

Mucho más cuando, en vísperas del debate de investidura, es más que posible que en diversas comunidades autónomas, empezando por la valenciana que sirve de modelo a Podemos, ya se hayan formado gobierno de coalición. Con este precedente, creen que el argumentario para insistir en que el PSOE debe gobernar el Estado en solitario quedaría muy debilitado.

Este Gobierno de coalición es, aseguran los dirigentes de Podemos, el único escenario que se plantean. No quieren asomarse al vértigo de una repetición electoral, pero antes de las elecciones generales alguna fuente del partido advertía de que si el PSOE se iba con Ciudadanos, ellos monopolizarían la izquierda y podrían ganar las próximas elecciones.

Esa posibilidad parece desechada por la propia estrategia de Cs, pero Iglesias, por si acaso, ya la equiparó el jueves, después de la audiencia real, al escenario de un Sánchez gobernando solo y tirando de geometría variable, como pretenden los dirigentes socialistas. “Un Gobierno en solitario del PSOE, en la práctica”, avisó el líder de Podemos, sería un Ejecutivo que “en las grandes decisiones económicas se apoyaría en la derecha”.

(SERVIMEDIA)
09 Jun 2019
KRT