Repsol sube del 14% al 30,4% en tres años la cuota en su capital de accionistas que invierten con criterios sociales y medioambientales

-El grupo ahorra 300 millones en la factura eléctrica con la “paga verde” a la plantilla que incentiva la eficiencia y la digitalización

MADRID
SERVIMEDIA

Repsol ha visto duplicarse en su capital la cuota de inversores institucionales que “solo invierten” con criterios de medio ambiente, sostenibilidad y buen gobierno, pasando desde el 14% que copaban de su tarta accionarial hace tres años al 30,4% en la actualidad.

Así lo indicó este martes su consejero delegado, Josu Jon Imaz, durante las jornadas ‘RadarSeres’ organizadas por la Fundación Seres, donde reivindicó esa evolución como el mejor certificado del resultado en Repsol de su compromiso con la sociedad, las comunidades donde opera y los grandes desafíos que se presentan como es el cambio climático.

“Es posible hacerlo bien, pero a su vez haciendo el bien. Con la implicación con las comunidades se termina no solo con una ganancia en generación de valor” para accionistas, sino también para empleados y sociedad, defendió el primer ejecutivo del grupo energético.

Durante su intervención abogó por ir más allá de los proyectos de responsabilidad social porque “la empresa no puede ser ajena a las necesidades sociales” y a título de ilustrativo indicó que Repsol está, por ejemplo, “comprometida” con los municipios donde lleva operando desde casi medio siglo en Cartagena, generando, incluso, becas para los hijos de los empleados.

“Por supuesto que la empresa es de los accionistas, pero es de los empleados, de las comunidades en las que opera, de su cadena de valor, de sus clientes y proveedores”, manifestó, subrayando que la tarea es complicada porque una compañía “tiene que salir a ganar dinero. Lo contrario no es sostenible”.

Según el consejero delegado de Repsol “cualquiera vale para ganar dinero” e incluso puede desarrollar un magnífico proyecto para 2040, sin rendir cuentas, ya que lo difícil es combinar su diseño, con la ejecución y transparentar al tiempo a la sociedad qué y cómo se está haciendo.

Frente a visiones cortoplacistas o economicistas, apostó por el largo plazo porque con esa visión “estamos generando valor” para todos. “Hace falta de una especie de gran coalición entre los grandes accionistas, el CEO y los empleados de la compañía. Y hace falta métricas muy claras para ir viendo trimestre a trimestre” su ejecución y “saber explicarlo” cuando las cosas no salen bien, refirió.

Entrando en la estrategia de Repsol explicó su compromiso férreo con los Acuerdos de París para evitar el calentamiento global, con lo que eso implica de reducir un 40% de las emisiones en su producción, e indicó que el grupo lo encara con un calendario totalmente pautado de objetivos a corto y medio plazo y con distintas medidas de actuación como mejorar la eficiencia energética, aumentando la fabricación de biodiesel y biocombustible o apostar por las renovables.

Imaz recordó además el lanzamiento reciente del fondo Repsol Impacto Social, dotado de 50 millones de euros con un doble objetivo inversor: empresas con vínculos directos en la transición energética y el cambio climático, y que además utilicen colectivos desfavorecidos para su ejecución.

En tercer término, refirió que toda la plantilla de Repsol, desde el primer ejecutivo al último técnico, tienen en su remuneración “una paga verde” o retribución variable, vinculada a las emisiones y su reducción en la planta donde trabajen.

Imaz detalló que Repsol ha reducido “en más de 300 millones de euros” la factura energética de sus plantas gracia a este incentivo, combinado con la digitalización de los procesos.

(SERVIMEDIA)
08 Oct 2019
ECR/EOM/gja