Acabada la declaración de Torra, que se prolongó por espacio de media hora, comenzaron a desfilar ante el tribunal los agentes de policía que tomaron fotos de la fachada. Tanto la fiscalía como la defensa renunció a la comparecencia de varios de ellos por ser redundantes.

La primera policía que declaró sin que las cámaras tomaran su imagen, confirmó que 19 de marzo había lazos amarillos en el balcón del Palau de la Generalitat y las consejerías de Interior y de Empleo. Relató que hizo fotografías y las entregó. A preguntas de la defensa admitió no saber desde cuándo estaban colgados ni quien ordenó su colocación. Su versión fue ratificada por el siguiente agente.

A las preguntas de la defensa de Torra, el testigo aseguró que la orden que le dieron era ir al sitio en el que le habían comisionado, ver si había simbología independentista, hacer una foto y realizar la pertinente acta.

La testigo explicó que las órdenes de tomar esas fotografías se las transmitió el jefe de la brigada. El encargo consistía en ver si había algún símbolo ideológico independentista en la fachada. ”Se me ordenó hacer fotos y entregarlas", explicó.

El siguiente testigo ratificó la versión de su compañera y explicó que vio lazos amarillos en los balcones y fotografías de políticos catalanes que estaban siendo juzgados en esos momentos. Y en otras ventanas, había colgadas cartulinas con la imagen de la celda de una prisión. En ese momento, Gonzalo Boye, abogado de Torra le preguntó: "¿Eso es simbología?". El agente respondió: "Yo no entró a juzgar lo que era. Se me ordenó hacer las fotos y entregarla. Hice las fotos con un teléfono móvil”.

Tras la renuncia a interrogar a más policías, la Sala suspendó la sesión hasta las 13.00 horas, momento en que está citado el comisario de los Mossos d´Esquadra Miquel Esquius, que estaba citado a esa hora.