Convención PP. Rajoy convoca a los españoles a un "proyecto de recuperación nacional"

- Admite que tendrá que gestionar en el Gobierno "una hipoteca de muchos años"

- Reclama un adelanto electoral porque "España tiene sed de urnas, quiere cambio, quiere abrir una nueva etapa"

SEVILLA
SERVIMEDIA

El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, convocó este domingo a los españoles a sumarse al "proyecto de recuperación nacional" que quiere poner en marcha cuando llegue a La Moncloa con el objetivo de devolver la "confianza" al país, llevar el "bienestar" a los ciudadanos y "trabajar por la concordia" entre todas las comunidades.

Rajoy puso el broche con este mensaje a la Convención Nacional que el PP ha celebrado este fin de semana en Sevilla. Fue el gran protagonista del acto de clausura con un discurso en el que evitó cualquier crítica directa al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y se centró en alimentar la esperanza del cambio.

Adujo que en España "empieza un nuevo tiempo político" que requiere que todos los "pasos" y todas las "iniciativas" del PP vayan encaminados en una única dirección: "reconstruir la confianza de los españoles y encabezar un proyecto de recuperación nacional".

Para conseguir ese objetivo, recalcó que sus dos prioridades serán conseguir "que España vuelva a crecer y a crear empleo" mediante el apoyo a los emprendedores, la creación de una unidad de mercado y las políticas favorables a los emprededores.

Prometió hacerlo desde la gasto límitado. "Sabremos ser austeros, vigilar el dinero, reducir el déficit, debajar la deuda y exigiremos ese mismo comportamiento a todas las administraciones. Sólo así volverá la confianza a nuestro país y el crecimiento y el empleo dejarán de estar bloqueados", precisó.

Rajoy está convencido de que así "el mundo volverá a confiar en España y se acabarán las dudas y los problemas de financiación" de las administraciones, de las empresas y de las familias.

Explicó que este principio es la base para mejorar el bienestar de los ciudadanos porque "la justicia social no se defiende con bonitas palabras ni aspavientos ni sembrando parados, sino haciendo números, llebando bien las cuentas, respetando el dinero de las personas, haciendo reformas y asegurando que no falte trabajo".

El presidente del PP tuvo un apartado importante en su discurso para la familia, una institución que considera fundamental en el crecimiento y en la educación de las personas y a la que quiere "devolver la importancia que le otorga la Constitución".

También defendió la vigencia de la Carta Magna, de las instituciones que proclama -incluido el Tribunal Constitucional-, y del Estado de las Autonomías, de las que dijo que deben servir para "dar un mayor impulso a la nación".

"ESPAÑA QUIERE CAMBIO"

El lema "Puedes confiar" que el PP ha elegido para esta Convención Nacional de Sevilla estuvo muy presente desde el comienzo de sus palabras, con el fin de que los españoles sepan que pueden dar el testigo al principal partido de la oposición para poner fin a "tiempos difíciles" como los actuales "en los que abunda la confusión, la preocupación, la decepción y hasta el abatimiento".

"Ha faltado verdad, coraje, responsabilidad, horizontes, altura de miras y sentido de Estado. Ha sobrado ocultación, improvisación y cálculo ventajista", añadió en una alusión velada al modo de gobernar de José Luis Rodríguez Zapatero, al que no citó ni una sola vez en toda su intervención.

En su opinión, España necesita un adelanto de las elecciones generales previstas para marzo de 2012. Las pidió al afirmar que "España tiene sed de urnas, tiene prisa por apuntalar su esperanza, por dotarla de un contenido fiable".

"España quiere cambio, quiere abrir una nueva etapa. Quiere que se acaben las palabras floridas, los anuncios que no se cumplen, el retraso interminable de las soluciones, de los resultados, de la cosecha que nunca llega. España quiere dejar atrás la división, la fractura social, el debilitamiento de la Nación y el deterioro de valores básicos en nuestra sociedad", dijo.

Rajoy subrayó que, cuando se habla de elecciones generales y de cambio, los españoles "miran" al PP como "alternativa". Aseveró que el PSOE ha agotado su crédito político y su tiempo porque, cuando ven al Gobierno de Zapatero, "lo único que esperan de él es que anuncie la fecha de las elecciones".

En este punto, emplazó al PP a dejar al margen los reproches al Ejecutivo y centrarse en presentar sus soluciones porque a los ciudadanos "lo que les importa no son nuestras críticas, sino nuestros propósitos".

ZP DEJA UNA GRAN HIPOTECA

Ante la idea generalizada de que el PP volverá a gobernar cuando se convoquen las elecciones generales, Rajoy lanzó un mensaje de prudencia e incluso advirtió a sus compañeros de que la tarea que tienen por delante "no será fácil".

"Vamos a recibir la peor herencia institucional, económica y social que haya recibido un gobierno democrático en España. No será fácil porque se nos endosa una hipoteca de muchos años", admitió.

Pese a ello, se mostró convencido de que el PP sabrá devolver a España a la senda del crecimiento y, como ejemplo, citó lo conseguido en 1996 cuando José María Aznar ganó por primera vez en las urnas y tuvo que emprender un conjunto de reformas de calado al llegar a La Moncloa.

Rajoy recordó que aquello "parecía un sueño pero no fue un sueño". "Entonces pudimos y ahora podremos. Lo bueno de las cosas es que pueden repetirse", dijo. "Nosotros no ofrecemos la ilusión de que las cosas se arreglan solas. Ofrecemos la convicción fundada de que podemos arreglarlas si nos ponemos a ello".

Alegó que el PP no es una "sorpresa que haya surgido de repete", como quizá algunos le veían en 1996, ahora no es un "experimento" con el que los españoles se la juegan. Es un partido que ya tiene experiencia de gestión y que en el pasado supo llevar las riendas del país "con rigor, con respeto y con humildad".

El líder de los populares aseguró que España tiene "una sociedad fuerte, que no se resigna a la decadencia porque sabe que la resignación es virtud para casos perdidos y España no es un caso perdido y no quiere resignarse".

Pero reconoció que el PP no puede hacer todo solo y, por eso, reiteró su llamamiento al conjunto de los ciudadanos a participar en "una gran tarea de recuperación nacional". Se mostró dispuesto a sumar a a cualquiera sin preguntarle "de dónde viene" porque entiende que "el patriotismo y la buena voluntad no son de ningún partido".

Así es como pretende construir una "España sin discordias" donde no se juegue a dividir a los españoles y donde nadie intente reabrir "las heridas del pasado" ni ponga en cuestión las "tradiciones" o los "valores" comunes.

En clave interna, Rajoy también tuvo un mensaje de agradecimiento para los militantes que en 2008 le reelegieron como presidente en el XVI Congreso Nacional celebrado en Valencia, en un clima de división interna que estuvo a punto de provocar un candidato alternativo.

Con el recuerdo de aquella cita, muy distinta al clima de unidad y de ilusión que ha reinado en Sevilla, Rajoy subrayó que "es un privilegio presidir este partido" y prometió "estar a la altura" cuanto llegue el momento de gobernar. "Sé que estoy aquí porque vosotros habéis querido y, además, porque me habéis ayudado siempre. Lo sé, lo tengo y lo tendré siempre presente", remachó.

(SERVIMEDIA)
23 Ene 2011
PAI/CLC/pai