Durante su participación en la mesa temática “El diseño de entornos y espacios interiores”, Alcanda explicó que aunque el objetivo de la técnica es la adaptación del medio al sujeto, “se está perdiendo esta referencia y nos vamos convirtiendo en esclavos de la tecnología”.

Tras indicar que las ciudades son una creación de la humanidad para enfrentarnos a una naturaleza hostil, agregó que, “sin embargo, nos damos cuenta de que nos están construidas en la medida de nuestras necesidades”.

Esta experta de Technosite, empresa de la Fundación ONCE que ofrece soluciones informáticas integrales, aseguró que en la actualidad “muchas empresas están desarrollando la domótica, ya que la han visto como un nicho de negocio”, pero aportan soluciones “que no todas personas con necesidades especiales pueden afrontar económicamente”.

Alcanda apostó por el desarrollo de productos accesibles de diseño, en los que prime la funcionalidad. “Hay que convencer a la industria de que sus productos son accesibles y de que la tecnología debe adaptarse a nosotros, y no al revés. Tenemos que reconvertir las necesidades sociales en demandas reales de mercado”, concluyó.

DERECHO A ELEGIR

En la misma mesa participaron Rosa María Regatos, del Centro de Referencia Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas (Ceapat), y Rama Gheerawo, secretario honorífico del EIDD (Design for All Europa).

Regatos denunció que a la hora de crear determinados productos, las empresas no tienen en cuenta los requerimientos del usuario. “Las necesidades de las personas con discapacidad son distintas, la adaptación no debe ser la solución, sino que el producto debe ser elaborado en base a las características de la población”, añadió.

Asimismo, señaló que “las personas tienen derecho a elegir de qué manera quieren vivir”. Explicó igualmente que una encuesta realizada por su organización reveló que la mayoría de las personas mayores desean seguir viviendo en sus hogares independientemente de que sus capacidades vayan cambiando.

“Es necesario desarrollar las implementaciones tecnológicas necesarias para que las personas mayores o aquellas que sufran una discapacidad sobrevenida puedan seguir viviendo en sus domicilios”, apuntó.

Regatos apostó por los sistemas generales de control, “la domótica”, de manera que la propia casa realice funciones automáticas que faciliten las funciones diarias de las personas con necesidades especiales.

“Se pueden ofertar medidas como la apertura de puertas, la adecuación del espacio al propio usuario, encimeras reclinables, alturas adaptables, alarmas personales, incluso la posibilidad de generar rutinas de forma automática para ahorrar desplazamientos dentro del hogar”, explicó.

Por su parte, Gheerawo señaló que el diseño va más allá de la estética y puede cambiar la sociedad civil y los negocios. “Hay que experimentar la diversidad de las personas y diseñar para ellas”, afirmó.

El experto recordó que la exclusión va más allá de las personas con discapacidad, “hay exclusión por género, edad, etc”. Así, defendió que “se debe diseñar de forma personalizada, cada persona es experta en su vida y debe poder elegir. La capacidad de elegir nos hace la vida más rica”.