“Las dificultades comienzan en la etapa escolar”, advirtió la organización con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, que se celebra bajo el lema ‘Puedo aprender. Puedo trabajar’ con el que el movimiento asociativo del autismo reivindica el derecho estas personas a una “educación de calidad”.

El objetivo es favorecer su “éxito académico” y que éste conduzca a un “desarrollo personal” y facilite su “acceso al mercado laboral”. Y es que “el sistema educativo y el mercado laboral no se ajustan a las necesidades específicas de las personas con autismo, lo que provoca que conformen el colectivo de la discapacidad con mayor riesgo de sufrir acoso escolar y con la tasa más alta de desempleo”.

La pandemia del coronavirus, además, “ha aumentado la vulnerabilidad de las personas con autismo y sus familias, un colectivo que ya tiene un riesgo superior de verse excluido en ámbitos como la educación y el empleo”.

Por tanto, Autismo España pide a la ciudadanía “un gesto por el autismo y sumarse” a la campaña que están promoviendo a través de las redes sociales, y que ya ha conseguido que más de 380 edificios y monumentos de toda España se iluminen hoy de azul como muestra de solidaridad con las personas con autismo y sus familias.

Cecilia Caro es la madre de Víctor Redondo, un adolescente de 16 años con TEA diagnosticado a los 2 años y que estudia en un aula estable (aula de educación especial en un centro educativo ordinario). Eso ha permitido que Víctor “comparta actividades con compañeros que no son autistas, con contenidos adaptados, pero rodeado de sus compañeros”, comentó su madre.

EDUCACIÓN INCLUSIVA

Para Autismo España, “el beneficio de compartir espacios y estudios con todo tipo de alumnos de su misma edad es evidente”. Como explicó Cecilia, “hasta los ocho años que Víctor entró en el aula estable de Aleph-TEA dentro del centro educativo, se comunicaba por signos. Supongo que con los otros niños tirando de él comenzó a desarrollar el lenguaje”.

Además, a medida que fue hablando, sus problemas de conducta disminuyeron, según relató su madre. “Aprendió a leer porque le interesaba utilizar el ordenador o su móvil y se ha creado su propio canal de Youtube”, añadió.

Sin embargo, le preocupa que la formación para el empleo no esté tan desarrollada. “Necesitamos una mayor red de recursos educativos, de centros y una mayor flexibilidad de los modelos de educación, acompañados de la necesaria inversión, que esperamos que se desarrollen con la nueva Ley de Educación”, señaló el director general de Autismo España, Jesús García Lorente.

Por todo ello, el movimiento asociativo del autismo reivindica el derecho a acceder a una educación que se adecue a las capacidades, prioridades y necesidades específicas de cada persona con TEA en los distintos niveles y modalidades educativas, lo que se traduce en una “red variada, suficiente, específica y especializada de servicios de apoyo, recursos y centros educativos en todos los territorios”.

Para Autismo España también es preciso “mantener, flexibilizar e innovar en las modalidades de escolarización de acuerdo con la Convención sobre Derechos de Personas con Discapacidad y garantizar su libre elección por parte de padres, madres o representantes legales”, así como incrementar los recursos y la dotación económica de los centros.

Otra de sus reivindicaciones es promover en la Formación profesional la “adecuada orientación vocacional y el diseño de itinerarios formativos y profesionales personalizados, así como la flexibilización de las metodologías de aprendizaje y la adaptación del sistema de evaluación” o implantar las medidas necesarias para minimizar el impacto de la pandemia.

EMPRESAS POCO CONCIENCIADAS

Sobre la inclusión de las personas con TEA en el empleo, desde el Centro sociolaboral Aucavi aseguraron que, de momento, “solo podemos realizar prácticas laborales porque las empresas no están lo suficientemente concienciadas con el trabajo que pueden desempeñar las personas con autismo”.

En esta asociación madrileña preparan a jóvenes con autismo para conseguir un puesto de trabajo. “Lo que hacemos es convertir sus intereses en posibilidades de empleo” y, en esta línea de trabajo, se desarrollan prácticas laborales como limpieza de cristales, reciclaje de vidrio y telecafé.

La directora técnica de Autismo España, Ruth Vidriales, explicó que “los intereses limitados, su capacidad para perseverar y repetir patrones, hacen que muchas personas en el espectro del autismo se conviertan en unos auténticos especialistas en áreas muy específicas, lo que es un valor para el ámbito del empleo”.

Por tanto, “si las empresas pudieran capitalizar la capacidad y el grado de especialización que muchas veces tienen sobre ámbitos muy concretos de conocimiento, probablemente se sorprenderían y también se beneficiarían de un talento que está desaprovechado”, agregó.

Para Autismo España, es preciso “modificar la normativa vigente en materia de empleo de manera que se considere a las personas con TEA de manera específica, como colectivo de alta vulnerabilidad” y “contemplar de manera específica a las personas con TEA como beneficiarias de los programas comunes de activación de empleo, puesto que todas ellas tienen dificultades para la búsqueda, acceso y mantenimiento del empleo”.

También pidió facilitar el acceso a una “variedad de experiencias laborales y oportunidades de empleo” con los apoyos necesarios o facilitar el acceso de estas personas con TEA a los programas de empleo de colaboración social con entidades públicas, desarrollando “alternativas flexibles para conseguirlo”.