Discurso de odio

El Congreso condenará hoy la violencia y el discurso de odio de la ultraderecha

- A propuesta de Podemos, que rechazó enmiendas del PP, Cs y PNV para extender la condena a todas las violencias

MADRID
SERVIMEDIA

El Congreso de los Diputados expresará este jueves su rechazo a “los numerosos actos violentos llevados a cabo por la ultraderecha en los últimos meses, y la repulsa a los discursos de odio que fomentan este tipo de acciones y cuyo único objetivo es el de blanquear el fascismo”, al aprobar una proposición no de ley de Unidas Podemos

En el debate parlamentario, que se celebró el martes, avanzaron su apoyo a la iniciativa el PSOE, ERC, EH Bildu y la CUP, que, junto a Unidas Podemos, suman 175 diputados. Más País, Compromís, BNG y Coalición Canaria, que no intervinieron, anunciaron no obstante a Servimedia que votarán igualmente a favor, lo que garantiza la aprobación de la propuesta.

El presidente del grupo de Unidas Podemos, Jaume Asens, presentó la iniciativa diciendo que “no se puede olvidar, blanquear, minimizar los crímenes de la extrema derecha y sus provocaciones”. Como ejemplo puso el mitin de Vox en Vallecas, y de ahí pasó a decir que el exterminio de los judíos no empezó en los crematorios, sino que antes hubo provocaciones para sembrar el odio. Así catalogó el que el presidente de Vox, Santiago Abascal, exhibiera la semana pasada en la tribuna del Congreso un ladrillo que supuestamente se le arrojó en ese mitin y preguntara qué pasaría si ellos respondieran haciendo lo mismo.

Asens dijo que Vox, “un partido de señoritos”, no se “mancha las manos” sino que hace que otros, como quien lanzó un cóctel molotov contra la sede de Podemos en Cartagena (la proposición no de ley incluía la condena expresa a este atentado concreto) o quien grabó un vídeo disparando contra retratos de miembros del Gobierno, prendan fuego con la gasolina que sus dirigentes le dan.

El portavoz de Unidas Podemos rechazó las enmiendas del PNV, Ciudadanos y el PP, que extendían la condena a todo tipo de extremismo violento, señalando que “igual que hay pronunciamientos específicos sobre la violencia yihadista o de género, tiene que haber un pronunciamiento específico contra esta amenaza” de la violencia de ultraderecha.

El portavoz del PNV, Aitor Esteban, defendió la mencionada enmienda, trasunto de una declaración análoga en el Parlamento vasco que suscribió también Unidas Podemos, pero no Vox ni EH Bildu, señalando que “hay ataques a más gente y desde otros ángulos ideológicos”, y enumeró, incluso, ataques a sedes vascas del PSE y de Unidas Podemos con mensajes y rótulos de extrema izquierda. “Todo esto es inaceptable venta del extremo que venga”, sentenció.

CAINISMO

En nombre de Ciudadanos, el diputado Guillermo Díaz condenó el ataque a la sede de Podemos en Cartagena, pero puntualizó: "Los españoles no son cainitas. Son cainitas algunos de ustedes”, advirtió indirectamente a Podemos y Vox acusándoles de rentabilizar la “polarización” y la “gresca” y la “parasitación del pasado”. “No se puede equidistar entre dos puntos que están muy juntitos”, sintetizó gráficamente equiparando a ambas formaciones..

Desde el PP, Diego Gago condenó en general todos los ataques, vengan de quien vengan, pero rechazó que Podemos arroje la piedra con una mano y se esconda tras la Constitución en otra, porque están “instalados permanentemente” en la polarización y la violencia”, de forma que la proposición no de ley era “un vacile a la España democrática”.

En el turno de fijación de posición, la del PSOE la argumentó el diputado Agustín Zamarrón, el más veterano de la Cámara, quien dijo que la iniciativa no podía sino concitar su adhesión. Luego definió populismo como el arrogarse desde una minoría imponer los designios de una facción con desprecio a todos los demás y uso de la violencia, y llamó a luchar contra el populismo con buenas leyes guiadas por un convencimiento ético.

El portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, dijo que su partido no sólo condena la violencia, sino que nació para combatirla, porque Podemos ha “traído la degradación a la vida política española”, y también “el odio, el rencor y el enfrentamiento”, algo que extendió a “su predecesor”, el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. “Somos mejores que ustedes”, espetó a Podemos. “El veneno de la violencia lo llevan ustedes dentro”, presentando a Vox como el único partido sistemáticamente atacado”, Podemos el único agresor pese a su “cínica” proposición, y a los demás partidos como reos de una “vergonzosa equidistancia”.

El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, comenzó denunciando el cartel electoral de Vox criminalizando a los menores no acompañados y diciendo que “queremos menos racistas subvencionados”. Luego tachó de “friki” el eslogan del PP para las elecciones madrileñas y le acusó de tergiversar el concepto de libertad, porque no la hay si uno apenas tiene para vivir. Finalmente, pidió a Unidas Podemos que también hable de presos políticos, en referencia a los líderes independentistas encarcelados.

POLICÍAS Y MEDIOS

La portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, anunció su voto a favor enumerando lugares atacados por la extrema derecha y “policías a su servicio”, asegurando que la ultraderecha ataca a colectivos vulnerables y que el fascismo “señala y ataca a todos los que difieren de sus ideas totalitarias”, reforzado porque ahora, dijo, algunos partidos y medios de comunicación les amparan, al servicio de las élites”, porque son muy valientes con los indefensos pero muy cobardes con los poderosos”. Por eso, pidió una agenda concreta contra el fascismo y no “inacción” y “equidistancia”.

Dentro del Grupo Plural, Míriam Nogueras, de Junts per Catalunya, denunció que los Comunes no avisaron de que venían a defender los derechos de algunos, en lugar de los derechos de todos como prometían. Luego les acusó de haber comprado a veces el discurso de odio contra los independentistas, que, dijo, tiene la protección del Estado español.

Ginés Boadella, del PDECat, afirmó que condenaba los ataques a sedes y domicilios porque “no hay violencia justificable”, y dijo que no se podía distinguir una violencia buena de una mala. Además, señaló al populismo de violencia verbal, del que acusó a Podemos y también a Vox, genera violencia física. Recordó frases de Pablo Iglesias justificando el insulto a políticos y sentenció: “La famosa nueva política igual no es tan buena política como algunos prometían”.

Por el Grupo Mixto, Albert Botran de la CUP, apoyó la propuesta porque, dijo, acierta al condenar las opiniones de algunos como el caldo de cultivo que genera estas agresiones, pero precisó que nunca se señalaría que los mensajes de Podemos han generado esa violencia contra ellos, como aseguró que Pablo Iglesias dijo una vez de los independentistas. Además, aseguró que los Cuerpos de Seguridad no persigan a grupos que, dijo, le sirven de “avanzadilla represiva”.

Carlos García Adanero, de Navarra Suma, condenó a la vez el ataque a la sede de Podemos en Cartagena, el fascismo y el comunismo, pero cuestionó que ese partido llame fascistas y justifique los ataques a quienes no piensan como ellos. Finalmente, Isidro Martínez Oblanca, del Foro Asturias, proclamó que España es un país donde rige el imperio de la ley y los derechos humanos, y desde la Constitución condenó todos los ataques, “siempre y no sólo cuando conviene a sus estratagemas electorales”. Por eso, tachó de “farsa parlamentaria” la iniciativa.

(SERVIMEDIA)
22 Abr 2021
KRT/clc/gja