La jornada fue moderada por la consejera de la CNSE Lola Soroa y en ella intervino Fanny Rico, una joven sorda de Elche que hace 8 años comenzó su labor como voluntaria en Jovesord CV, comisión de juventud de la Fesord CV (Federación de Personas Sordas de la Comunidad Valenciana). Para Fanny, fue decisivo comprobar en primera persona la labor que otras mujeres sordas de su entorno realizaban de manera altruista en favor de otras personas sordas. “Soy una mejor Fanny gracias a mi labor de voluntariado en el movimiento asociativo”, dijo.

Por su parte, Ángel Puente, cántabro y voluntario desde hace más de 22 años en la Asociación de Personas Sordas de Santander y en la Federación de Personas Sordas de Cantabria (Fescan), destacó que su pasión por el voluntariado vino motivada por sus padres, también voluntarios dentro de esta asociación. “Llevo el voluntariado en el corazón. No podría renunciar a él”, afirmó.

En el caso de Berta Frigola, su trayectoria como voluntaria se remonta a su adolescencia dentro de Joventut Fesoca (Federació de Persones Sordes de Catalunya). Influida y motivada por su padre, también voluntario en una asociación de Barcelona, para esta joven catalana el voluntariado es una experiencia que no tiene precio. “Me devuelve mucho más de lo que doy”, aseguró.

Una de las conclusiones a las que se llegó durante el webinario, es que tanto movimiento asociativo como voluntariado van de la mano. “La participación voluntaria de las personas sordas es la razón de ser de nuestras asociaciones y lo que las permite perpetuarse en el tiempo”, destacó Ángel Puente. Un movimiento asociativo al que, en opinión de Fanny Rico, “le debemos muchos de los avances con los que contamos las personas sordas en materia de accesibilidad”. En esta misma línea, se manifestó Berta Frigola al calificar el asociacionismo como un compromiso de futuro: “La unidad ha sido, es y será siempre un elemento clave para el reconocimiento de nuestros derechos”.

De ahí, que ante la cuestión de cómo fomentar el voluntariado sordo entre los más jóvenes, todos ellos incidieran en la importancia de “abrir nuevas fórmulas de participación que estén en consonancia con los actuales movimientos sociales”. En este sentido, Fanny Rico apuntó hacia un voluntariado “más tecnológico”, como el que viene desarrollándose en las redes sociales, mientras que Ángel Puente afirmó que la motivación es fundamental: “El reconocimiento expreso a la labor de tantas y tantos voluntarias y voluntarios sordos es un acicate para las nuevas generaciones”.

A su vez, Berta Frigola apostó por la formación y el intercambio como vías para atraer a nuevas voluntarias y voluntarios: “Mis años de voluntariado en el movimiento asociativo me han ayudado a capacitarme y empoderarme”.

Para la celebración del webinario, la CNSE contó con la financiación del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de la asignación tributaria del IRPF y de la Fundación ONCE.