Coterillo asegura que “aún no somos conscientes de la profunda huella que la crisis que hemos sufrido como consecuencia de la pandemia ha dejado en todos nuestros ámbitos de interacción: los profesionales y los más personales y privados”.

En este sentido, añade que “las sociedades son verdaderamente maduras cuando están acostumbradas, preparadas y dispuestas a asumir altos grados de incertidumbre. Y el momento que vivimos es una prueba de fuego, precisamente por esta razón, para las sociedades occidentales y especialmente para la española, donde las tasas de muertos y de enfermos y contagiados han sido tan elevadas”.

El autor de ‘Alma de Coach’ , que ya va por la tercera edición, incide desde las páginas de su ensayo, un manual de autoayuda en los tiempos que corren, en que “aún, en nuestro fuero interno, no hemos tenido tiempo para detenernos, para reflexionar sobre todas las alteraciones que se han producido en nuestro entorno. Pensamos que se han producido algunos cambios en nuestro software como seres humanos, pero yo aventuro que algunos de esos cambios afectarán al propio hardware”.

En relación a las transformaciones en el mundo de la empresa, Coterillo asegura que “todo va mucho más allá del teletrabajo y de ciertas formas de organizar reuniones o de trabajar en equipo. Es un cambio del modelo de organización, el que estamos atravesando, y al que vamos encaminados, en el que se redimensiona casi todo y casi todo se cuestiona: desde el propio valor de una oficina o sede física hasta la necesidad y el tiempo que deben consumir determinadas reuniones… hasta la nueva posición que deben adoptar los altos directivos en las compañías”.

Por último, concluye que “la propia capacidad de reponernos a esta crisis económica y financiera que ya está haciendo estragos en las familias vendrá determinada por la propia resiliencia que mostremos como sociedad. Es ahora cuando tendrá que ponerse en valor un verdadero espíritu de cooperación y no imponerse el ‘sálvese quien pueda’”.