Así lo detalló este jueves en rueda de prensa Benjamín Climent, experto en repercusiones de drogas en el Hospital General de Valencia, que participó junto al presidente de Socidrogalcohol, Julio Bobes, y a Joaquín María Solé, presidente del comité organizador de un congreso sobre drogas que esta sociedad celebrará en marzo en Tarragona.

Climent señaló que 2010 fue el año en el que más sustancias emergentes se detectaron en Europa, si bien precisó que, en realidad, no puede hablarse de nuevas drogas, puesto que la mayoría son "reformulaciones" de otras ya existentes que, bajo otra careta, se defienden de la persecución.

Entre estas drogas, el experto citó las de la familia de las catinonas, sustancias con efectos similares a los producidos por las anfetaminas que empezaron a verse en Inglaterra y que han dejado tras su consumo "toxicidad importante".

"También de moda" están las plantas y los hongos alucinógenos", sustancias muy tóxicas de las que se conocen entre 70 y 100 especies.

VIVEN EN INTERNET

Tal y como explicó el doctor Climent, las también llamadas drogas de síntesis son muy variadas, pero tienen en común una serie de características que hace que se las agrupe bajo esta denominación. Así, no generan dependencia, pero sí daños neurológicos y cardiovasculares, la prevalencia de su consumo es baja y se informa de su existencia sobre todo por Internet, donde también se comercializan.

Tanto es así, indicó el especialista, que entre 2006 y 2011 se detectaron más de 700 tiendas en la red que vendían este tipo de sustancias.

Puesto que se trata, en general, de sustancias con baja dependencia, no suele detectarse a sus consumidores en programas de atención a drogadictos. Se les encuentra, principalmente, en urgencias, por lo que no resulta fácil elaborar un registro de afectados.

Según la Encuesta Escolar sobre Alcohol y Drogas en España (Estudes) de 2010, en este país, un 3,5% de jóvenes entre 14 y 18 años han probado una o varias de estas drogas emergentes.

A este respecto, el doctor Bobes señaló que aunque el consumo de drogas en general permanece estable desde hace seis años, no hay que quedarse de brazos cruzados, ya que lo óptimo sería conseguir que descendiera.

Y para lograr este objetivo, España debe, a su parecer, redistribuir mejor el dinero que dedica a la lucha contra las drogas, que, en su opinión, no es poco, y asegurarse de que se gasta bien. Deberían subvencionarse únicamente, en opinión de este especialista, las iniciativas que demuestren su efectividad.

Las "campañas generales" que se lanzan en los medios no han demostrado, afirmó, que sean efectivas, por lo que su utilización es de dudosa eficacia.