La que fuera portavoz del Grupo Parlamentario Popular llenó la Sala Fernando de Rojas, en el Círculo de Bellas Artes, donde le acompañaron dos compañeros diputados del PP, sus colegas Pilar Marcos y Gabriel Elorriaga. A ellos agradeció explícitamente su apoyo, al igual que a Alfredo Timmermans, el que fuera su jefe de Gabinete en el Grupo Popular.

También se dejaron ver por este acto el portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso, Edmundo Bal, y otros parlamentarios de Cs como Guillermo Díaz y María Muñoz. Tampoco faltó el eurodiputado de Vox Hermann Tertsch y Alejo Vidal-Quadras, exdirigente de Vox y del PP catalán. Igualmente, el Premio Nobel Mario Vargas Llosa arropó a Álvarez de Toledo.

En la presentación, Álvarez de Toledo reconoció que su libro cuenta “muchas cosas desagradables” porque ha vivido experiencias “desoladoras” y conocido a personas que “no estuvieron a la altura” durante su etapa política. “Seguro que en muchas ocasiones yo tampoco”, admitió, y tras las críticas de sus compañeros de bancada recordó que este libro también defiende y promueve “el debate adulto y libre”.

En todo caso, la diputada del PP por Barcelona aseguró que esta noche no quería hablar “de lo desagradable”, sino del “catálogo de momentos de felicidad” que también relata en sus páginas. “He experimentado la felicidad de ser española sin autoengaños, sin golpes de pecho, consciente de la complejidad de España pero no por ello acomplejada”, trasladó Álvarez de Toledo, convencida de que España no está condenada a ser un país decadente.

Álvarez de Toledo describió la “felicidad incomparable” que ha experimentado en la política a pesar de la “difícil relación” que mantiene la misma con la libertad que ella reclama y ejerce. “Me convirtieron en políticamente indeseable y después de este libro un poquito más”, asumió, y pese a ello destacó que “no hay tarea más importante que la política” y garantizó que “la política deseable sí es posible” y “sólo necesita una cura de verdad”.

GRACIAS A CASADO, ELOGIOS A AYUSO

Durante su alocución, Álvarez de Toledo dio las gracias al presidente del PP, Pablo Casado, por ofrecerle presentarse por Barcelona y también agradeció a sus “compañeros de grupo” que “en circunstancias muy difíciles” le apoyaran en su “convicción de que el Congreso no se cierra ni en tiempos de guerra”.

Todo ello a pesar de las críticas que contiene su libro hacia Casado, a quien define como “un hombre de empatías variables, un camaleón sentimental”, lo que se llama “un bienqueda o un veleta”. Más duras son sus valoraciones sobre el secretario general del PP, Teodoro García Egea, de quien denuncia su “empeño obsesivo por ejercer un dominio despótico sobre todos los aspectos de la gestión” del Grupo Popular cuando ella lo lideraba y a quien define como “un arquetipo” cuya forma de hacer política “son las pelotas y el peloteo”.

En este acto, también se refirió expresamente a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y destacó cómo “asumió la responsabilidad en primera persona” de defender la libertad frente al “confinamiento económico, político y moral” y “nos dio la alegría” del “contacto y el reencuentro”.

Posteriormente, durante el coloquio, fue preguntada en qué se parece a Ayuso y qué le aconsejaría, pero rehusó darle consejos y recalcó que la presidenta de la Comunidad de Madrid “se vale por sí misma” y “muy bien”. “Sabe muy bien lo que tiene que hacer”, valoró, y a partir de ahí dijo percibir “similitudes y muchas diferencias”. “Ella es el activo electoral más importante que tiene el centroderecha español”, llegó a decir.

De Ayuso también elogió que tiene “la actitud correcta”, “no tiene miedo y sale a ganar”, además con “ese punto de alegría y optimismo que es fundamental”. Por todo ello, dijo que “cuanto antes se acabe cualquier tipo de operaciones y líos para que no sea presidenta del PP de Madrid, mejor para todos”, al considerar que “no tiene ningún sentido” toda la crisis con Génova por el poder del partido en Madrid.

Esta crisis “debió acabarse en dos o tres segundos y lo que toca ahora es que la fuerza, la ilusión y la esperanza que se generó en Madrid pueda trasladarse a nivel nacional”, enjuició Álvarez de Toledo, aprovechando esta ocasión para dar de nuevo su “humilde respaldo” a la presidenta madrileña, al igual que se lo dan “millones de personas que la aclaman” allá donde va.

En cuanto a si cree que la cúpula del PP conseguirá liderar un proyecto que llegue hasta La Moncloa, respondió que este libro está escrito con la esperanza de que así sea y “para que Casado sea presidente del Gobierno”. Avisó, eso sí, que llegar al Palacio de la Moncloa “no es lo mismo que gobernar” y llamó a forjar una alternativa “nítida”. “Hay tiempo”, estimó.

“Hoy en día, si no te llaman facha en España es que no eres nadie”, reflexionó en otro momento Álvarez de Toledo, que también aludió al acto sobre la convivencia en las universidades catalanas que protagonizará el próximo miércoles junto a la presidenta de Cs, Inés Arrimadas. “Simplemente se trata de sumar, de sumar y de sumar”, señaló.

“Mucha gente que está en otros partidos no entiende por qué estamos en partidos distintos”, prosiguió la exportavoz del PP en la Cámara Baja, enfatizando que es más importante lo que les une y la defensa de la democracia que “cualquiera de las múltiples cosas que nos puedan distinguir y diferenciar”. “El camino es la reagrupación”, recetó.

Al finalizar, Álvarez de Toledo fue preguntada expresamente si piensa dejar la política en el supuesto de que la echen del PP. “No me van a echar del partido”, respondió, lo que desató el aplauso de los presentes.

También tuvo ocasión de intervenir Vargas Llosa, quien felicitó a Álvarez de Toledo por “un libro espléndido que debe ser leído sobre todo por los jóvenes”. “Sería absolutamente absurdo que el PP tomara represalias contra Cayetana”, opinó, y llegó a decir que “en el libro no hay ni pizca de resentimiento”. “Creo que las críticas al PP, más que al PP al secretario general, están hechas de una manera generosa, positiva, estimulante…”, describió, descartando “malas artes”.