Uno de los objetivos de ese III Symposium Internacional sobre Avances en Regulación Natural de la Fertilidad es animar a los profesionales de la salud a difundir y aplicar los sistemas naturales de planificación, al considerar que "además de su ecologismo, gratuidad y sencillez, ayudan a mejorar las relaciones interpersonales".

Entre las fórmulas naturales anticonceptivas que serán estudiadas en Benalmádena destacan los métodos Billings, Ogino, Temperatura Basal, Sintotérmico, Boself, Blue-test, Ovulator y PG/53.

Estos sistemas, poco conocidos, apenas se difunden en los centros de planificación familiar, debido, según los organizadores del encuentro, a la asociación de la anticoncepción con la píldora o el preservativo.

Todos ellos tienen como fundamento el conocimiento y respeto de los ritmos biológicos naturales de a mujer, lo que conlleva la continencia periódica en las relaciones sexuales si se desea evitar o retrasar un embarazo.

Según el catedrático del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Málaga, el doctor Joaquín Fernández-Crehuet, las parejas contemplan como único sistema natural el Ogino, si bien "no se trata de un método estríctamente natural, ya que se basa en un cálculo probabilístico".

La utilización de estos sistemas anticonceptivos, en vez de la tradicional íldora hormonal, tiene la ventaja de no producir efectos secundarios, mientras que se diferencian de los métodos de barrera, como el DIU o los preservativos, por la participación activa de la pareja.

De todos los sistemas anticonceptivos, el más sencillo y práctico, según el doctor Fernández-Crehuet, es el Billings, "consistente en la identificación de los cambios que ocurren en el moco cervical localizado en la vagina, que pueden ser advertidos por cualquier mujer".

Estas reglas, que ahora sólo e difunden en Barcelona, Madrid, La Coruña y Sevilla, pueden ser utilizadas por las parejas después de tres meses de aprendizaje sobre los cambios en el ritmo de fertilidad de la mujer. La fiabilidad de este sistema es del 98 por ciento, probabilidad similar a la de los preservativos, píldoras o DIU.

"Es lógico que si un médico tiene que recetar un método anticonceptivo en una consulta con cincuenta personas esperando opte por la píldora", señaló Fernández-Crehuet.