Ciencia

Un chip en la retina restaura la visión en personas con degeneración macular

- El 81% de los participantes de un ensayo clínico veían letras, números y palabras

MADRID
SERVIMEDIA

Un diminuto chip inalámbrico implantado en la parte posterior del ojo -la retina- y unas gafas de alta tecnología han restaurado parcialmente la visión a personas con una forma avanzada de degeneración macular asociada a la edad (DMAE).

Ello se debe a un ensayo internacional multicéntrico,, cuyos resultados aparecen publicados este lunes en la revista ‘New England Journal of Medicine’. El estudio fue dirigido conjuntamente por Jose-Alain Sahel, director del Instituto de Visión de la Universidad de Pittsburgh (Estrados Unidos), Daniel Palanker, profesor de oftalmología en la Universidad Stanford (Estados Unidos), y Frank Holz, profesor de oftalmología en la Universidad de Bonn (Alemania).

En el estudio también contribuyeron investigadores de instituciones de los países mencionados, además de Francia e italia.

Otros autores del estudio incluyen investigadores de la Universidad de Bonn, el Hospital Fundación Adolphe de Rothschild y el Hospital Nacional Oftalmológico 15-20 de París, el Hospital Oftalmológico Moorfields de Londres y la Universidad Tor Vergata de Roma, entre otros.

CINCO MILLONES DE PERSONAS

La DMAE atrófica avanzada es la principal causa de ceguera irreversible en adultos mayores y afecta a más de cinco millones de personas en todo el mundo.

Supone un deterioro lento de las células de la mácula a lo largo de muchos años, a medida que mueren las células retinianas fotosensibles. La mayoría de las personas con DMAE seca pueden experimentar una ligera pérdida de la visión central.

Mediante un proceso conocido como atrofia geográfica (AG), puede progresar hasta la pérdida total de la visión, a medida que las células mueren y la mácula central se desvanece. Actualmente no existe tratamiento para ese tipo de atrofia.

El ensayo, conocido como Prima, inscribió a 38 participantes de 60 años o más en 17 hospitales de cinco países europeos: Alemania, Francia, Italia, Países Bajos y Reino Unido. Todos ellos habían perdido la visión central del ojo examinado y tenían una visión periférica limitada.

Un total de 26 los 32 participantes que completaron 12 meses de seguimiento (el 81%) lograron mejoras clínicamente significativas en su agudeza visual al ver letras, números y palabras, y 27 (el 84%) emplearon prótesis de visión en casa para leer números o palabras.

“”UNA NUEVA ERA”

En promedio, los participantes mejoraron 25 letras (aproximadamente cinco líneas) en una tabla optométrica estándar al usar el dispositivo. El 81% mejoró 10 letras o más.

“En la historia de la visión artificial, esto representa una nueva era. Los pacientes ciegos pueden recuperar significativamente su visión central, algo nunca antes visto”, apunta Mahi Muqit, del Instituto de Oftalmología de la University College de Londres (Reino Unido).

Jose-Alain Sahel, del Departamento de Oftalmología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos), añade: “Es la primera vez que un intento de restauración de la visión logra tales resultados en un gran número de pacientes”, según

“Más del 80% de los pacientes pudieron leer letras y palabras, y algunos incluso leen páginas de un libro. Esto es algo que ni siquiera podíamos imaginar cuando iniciamos este proyecto, junto con Daniel Palanker, hace 15 años”, indica Sahel.

A medida que la DMAE progresa, la visión central se vuelve cada vez más borrosa por el daño irreversible de las células fotosensibles en la parte central de la retina.

En una retina sana, estas células captan la luz ambiental y la transforman en pulsos eléctricos, que luego se envían a las células nerviosas que recubren la parte posterior del ojo y, finalmente, al cerebro a través del nervio óptico.

¿CÓMO FUNCIONA?

El dispositivo es un novedoso implante fotovoltaico subretiniano inalámbrico combinado con gafas especializadas que proyectan luz infrarroja cercana al implante, que actúa como un panel solar en miniatura.

Tiene un espesor de 30 micras (0,03 mm), aproximadamente la mitad del de un cabello humano.

Una función de zoom permite a los pacientes ampliar las letras. Se implanta en la capa subretinal, debajo de las células retinianas muertas. Hasta que se encienden las gafas y el ordenador de cintura, el implante no recibe ningún estímulo visual ni señal que pueda transmitirse al cerebro.

El sistema Prima lleva una cámara montada en unas gafas especializadas captura imágenes y las proyecta sobre el implante utilizando luz infrarroja cercana invisible. El implante convierte la luz en pulsos eléctricos, restaurando el flujo de información visual al cerebro. Los pacientes pueden ajustar el zoom y el contraste para mejorar la visión funcional.

Tras un año de uso del sistema, todos los efectos adversos relacionados con el procedimiento habían remitido y la mayoría de los participantes mostraron una mejora significativa en su capacidad para leer las letras en la tabla optométrica. Un participante mejoró hasta 59 letras (o 12 líneas).

Basándose en los resultados del nuevo estudio, el fabricante del dispositivo, Science Corporation, ha solicitado autorización de uso clínico en Europa y Estados Unidos.

(SERVIMEDIA)
20 Oct 2025
MGR/gja