Discapacidad
Compromís pide al Senado que instale puertas automáticas o correderas para favorecer la accesibilidad

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El senador de Compromís, Carles Mulet, ha enviado una carta al presidente del Senado, Ander Gil, para solicitarle que las puertas exteriores de la Cámara Alta, en la Plaza de la Marina Española y en la calle Bailén, pasen a ser automáticas o correderas, para de esa manera favorecer la accesibilidad, dado que las actuales son bastante pesadas.
La misiva, a la que tuvo acceso Servimedia, se remitió el pasado miércoles 11, y el jueves la Presidencia de la Cámara le imprimió el sello de acuse de recibo. En ella, Mulet expone que "el edificio del Senado mantiene en sus dos puertas principales de acceso puertas de vidrio excesivamente pesadas, lo que dificulta la apertura y acceso a personas con discapacidades en su movilidad o que utilicen sillas de ruedas , carros de bebé, etc".
"Sería recomendable, y así lo sostienen cada vez más las distintas normativas sectoriales", continúa el senador de Compromís, adscrito al grupo parlamentario de La Izquierda Confederal junto a compañeros de Más Madrid, Adelante Andalucía, Més per Mallorca, Geroa Bai y la Agrupación Socialista de la Gomera, "mecanismos de cierre y apertura automáticos o bien puertas correderas con cierre automático".
Esta reforma debería hacerse, entiende Mulet, "en aras de facilitar una correcta accesibilidad al edificio, de la forma más digna de todas las personas que acudan a la institución, independientemente de su capacidad de movilidad, mejorando así su autonomía personal. La accesibilidad universal supone un claro beneficio para todos y todas", constata el parlamentario valenciano.
"En este sentido, sirva el presente escrito para solicitar a la Presidencia de esta institución que estudie esta petición, de la que se beneficiarían personas mayores y con problemas de movilidad para poder disponer así de una Administración para todos y sin barreras", culmina el escrito de Mulet.
ANTECEDENTES
El senador de Compromís atrajo la atención de la agenda mediática cuando en diciembre logró que la mayoría de la Cámara Alta, incluido el PP, le aprobara una enmienda para incluir una partida presupuestaria de apoyo a lenguas minoritarias, lo cual truncó la esperanza del PSOE y Unidas Podemos de aprobar el proyecto de cuentas públicas sin enmiendas en el Senado, de forma que no tuviera que volver al Congreso de los Diputados, como finalmente sucedió.
Ahora, aspira a cambiar también los esquemas preconcebidos con una propuesta que obligaría al Senado a hacer una modificación que no tuvo en cuenta en las sucesivas obras que ha emprendido en los últimos años para mejorar su accesibilidad, y que le han costado un total de 73.300 euros, según información que en 2016 la Cámara trasladó a esta agencia tras las quejas que expuso la entonces senadora de Unidas Podemos Virginia Felipe, que se desplaza en silla de ruedas por una atrofia muscular espinal.
Una de las mejoras fue hacer una rampa en el hall de acceso de la Puerta del Rey, la que da entrada al edificio por la Plaza de la Marina Española, pero no afectó a las puertas, ni por ese acceso delantero ni por el trasero de la calle Bailén, que siguen siendo de tipo oscilante y de cristal.
Una posible objeción a nuevas modificaciones en el Senado es el carácter de patrimonio histórico que tiene su sede, un antiguo convento de la orden agustina que pasó a alojar la cámara parlamentaria en 1835 hasta 1931, según informa Madrid Destino. En 1820, el arquitecto Isidro González Velázquez transformó la planta de la iglesia en salón de sesiones y reformó el interior en estilo neoclásicas. Entre 1844 y 1850, Aníbal Álvarez Bouquel realizó una reforma completa del interior, además de construir una nueva fachada también de estilo neoclásico.
La Segunda República suprimió el Senado, y durante el franquismo el edificio alojó el Consejo Nacional del Movimiento hasta que el regreso de la democracia le devolvió sus antiguas funciones.
(SERVIMEDIA)
15 Mayo 2022
KRT/man/pai