En este cónclave, organizado por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), el Comité Nacional de Prevención del Tabaco y la Asociación de Ligas Europeas Contra el Cáncer, la juventud ha puesto en marcha un “movimiento activista” para “hacer frente a la enorme maquinaria de estas compañías que, con una estrategia meditada y calculada, tiene como objetivo que las nuevas generaciones sigan consumiendo sus productos a costa de su salud y su libertad”.

En ese sentido, nueve de cada diez jóvenes con edades comprendidas entre 16 y 21 años ha tenido alguna exposición al consumo de tabaco y vapeadores en redes sociales o en plataforma de vídeo bajo demanda, lo que se explica, según los organizadores del congreso, en el uso de actores, ‘streamers’, ‘youtubers’ e ‘influencers’ por parte de la industria es una estrategia orientada a que los jóvenes se inicien en el consumo de estos productos tóxicos.

Esta estrategia funciona, puesto que hay más del doble de fumadores entre quienes han estado expuestos a alguna forma de inhalación de humo que entre quienes no han estado.

El Congreso Europeo sobre Tabaco concluyó con la ‘Declaración de Madrid’ que entre sus preceptos persigue contar con la juventud como un sujeto activo para lograr “la primera generación libre” de esta sustancia tóxica.

Otros objetivos de la declaración son “hacer cumplir políticas del control del tabaco que garanticen la plena implementación del Convenio Marco de la OMS”; “erradicar todas las todas las formas de publicidad y promoción del tabaco y sus variantes emergentes”; “adoptar y hacer cumplir las regulaciones para proteger los procesos de elaboración de políticas de la interferencia de la industria tabacalera, incluidas las obligaciones sobre transparencia”; y “abordar las funciones de los determinantes sociales, políticos, culturales, conductuales y comerciales de la salud que contribuyen al consumo de tabaco y productos relacionados”.

También pretende “garantizar un marco legislativo apropiado que proteja a los niños y adolescentes del tabaco y los productos de nicotina evitando su consumo, incluso reduciendo su atractivo y asequibilidad”; “abordar las desigualdades en salud mediante la adopción de políticas e intervenciones estructurales para reducir las disparidades”; preservar el medioambiente de la contaminación y degradación vinculada al tabaco y productos relacionados”; “fomentar la ciudadanía activa para lograr una sociedad libre de tabaco”; “garantizar la cobertura universal y el acceso a intervenciones basadas en evidencia para ayudar a los fumadores a dejar de fumar”; y “promover la investigación y la innovación independientes sobre la prevención y el control del tabaco”.