La iniciativa, que se amparaba en una decisión aprobada por la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, la defendió el diputado navarro del PP Sergio Sayas, quien recordó que hoy se cumplen aniversarios de cuatro atentados de ETA, con seis víctimas mortales, y subrayó que el PP había querido que su primera proposición de ley en la legislatura homenajeara a las víctimas. “Se lo debemos a ellos pero sobre todo nos lo debemos a nosotros como sociedad”, enfatizó.

Sayas denunció que las víctimas tienen que ver homenajes a terroristas y que exmiembros de ETA pertenecen a un partido que pacta con el Gobierno. “No cabe mayor infamia ni es posible una humillación mayor”, estableció, deplorando la normalización de los pactos con EH Bildu y la “falta de escrúpulos” del Ejecutivo, que según él está “revictimizando de nuevo” a las víctimas.

“No hay ni una sola coma en esta ley que un demócrata no tenga la obligación moral de apoyar”, aseguró el diputado del PP, afirmando que apelaba a las conciencias de los diputados. No obstantemente, acto seguido pasó a criticar la ley de amnistía, y la necesidad de cambiar la acepción de terrorismo sin que parezca que cede el PSOE, así como que Sumar pretenda despenalizar el enaltecimiento del terrorismo.

Sobre la iniciativa en sí, destacó que un preso no pueda avanzar de grado penitenciario sin acreditar arrepentimiento, colaboración con la justicia y petición expresa de perdón a las víctimas y que éstas puedan acceder a esclarecer los asesinatos de sus familiares aunque hayan prescrito.

En la parte final de su discurso, Sayas volvió a arremeter contra el PSOE y su supuesto intento de blanquear al grupo abertzales con una “amnesia interesada para olvidar lo que Bildu fue”, porque el olvido “es lo único que puede llevar a sus conciencias la paz”.

PSOE, VOX Y SUMAR

En nombre del PSOE, su diputada Rafaela Romero recordó a su compañero Fernando Múgica, y que a uno de sus asesinos, Javier García Gaztelu, ‘Txapote’, ahora se le corea en cánticos contra el Gobierno. “¡Qué poca vergüenza!”, deploró, contraponiéndolo al “sacrificio incontable” de las víctimas directas de ETA.

Romero reconoció que esas víctimas también tuvieron que aguantar desprecios y miradas a otro lado de sus vecinos, por lo que dijo comprender “el punto de partida y la oportunidad de pedir la colaboración de los victimarios” en la resolución de crímenes. Pero a la vez exigió al PP que no ponga “encima de la sangre” de ellas “nada que embarra ni enfangue”, y recriminó que ayer no se dejara entrar a algunas víctimas en la Asamblea de Madrid.

Por Vox, Francico José Alcaraz, él mismo víctima del terrorismo como sus compañeros de partido Santiago Abascas y José Antonio Ortega Lara, se erigió en representante de todas las víctimas y acusó al PP y PSOE de no haber hecho nada en el Gobierno y a la ministra de Infancia y Juventud, Sira Rego, que como europarlamentaria votó en contra de una iniciativa similar.

Alcaraz dijo que a las víctimas les traicionaron tanto el PSOE, por acción, como el PP, por omisión. A los socialistas por negociar con ETA, como el PP, que según él se ha negado a ilegalizar a EH Bildu y no pidió sacar a la luz las actas de aquellas negociaciones.

Incluso atacó a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por permitir una supuesta afrenta a la Guardia Civil en una obra de teatro representada en la capital. Todo ello le sirvió para argumentar por qué él milita en Vox.

El diputado vasco de Sumar, Lander Martínez, dijo que “está bien” y les espetó que “dejen de utilizar a las víctimas del terrorismo” en su beneficio político, asegurando que víctimas como ayer Consuelo Ordónez les ha recriminado lo mismo y acusando al PP de presentar su proposición para “enredar” y “enfrentar”, frente al esfuerzo por “un relato compartido y un futuro común” que estaría haciendo la sociedad vasca para que esto no se repita.

Martínez marcó una frontera entre quienes supuestamente pretenden construir convivencia y verdad y quienes se empeñan en enfrentar en su propio beneficio. También reprochó al PP que olvide en su iniciativa el terrorismo de extrema derecha y del yihadismo, cuando todas las víctimas merecen reconocimiento, y concluyó que la mejor garantía de no repetición es la deslegitimación social del uso de la violencia, que es generalizado en el País Vasco, gracias en gran parte a los testimonios y la “tenacidad” de las víctimas.

ERC, BILDU Y PNV

Por ERC, Montserrat Bassa, en catalán, comenzó citando un asesinato de un activista a manos de un policía franquista en 1978 y acusó a otros policías y tribunales de encubrirlo y no investigarlo, así como los de otros grupos violentos de extrema derecha como el GAL como el Batallón Vasco-Español. Desde esa base, pidió al PP esclarecer todos los delitos pendientes, no sólo los de ETA.

Bassa llamó “hipócritas y cínicos” a los populares, acusándoles de una “asquerosa utilización” de las víctimas del terrorismo “para hacer campaña electoral” y “banalizar el delito de terrorismo” como aseguró que están haciendo con la ley de amnistía a los independentistas catalanes.

En nombre de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, en euskera primero y luego en castellano, defendió que siempre que se ha debatido sobre ETA, su grupo ha intervenido con “respeto y empatía, sensibilidad y altura de miras”, y denunció que el PP no pretende respaldar a las víctimas sino “avivar el enfrentamiento, el rencor y la venganza”, porque se ha convertido en “el principal enemigo de la reconciliación”.

“Acaben con este intento constante de generar odio y enfrentamiento”, demandó a los populares, acusándoles de “retorcer la ilegalidad para impedir avances” e “inventar realidades que no existen para criminalizar indiscriminadamente” a un colectivo. “Sólo utilizan el dolor para intentar boicotear la convivencia, instrumentalizan a las víctimas por un puñado de votos”, les recriminó.

Mikel Legarda, del PNV, recordó que el Congreso ya ha rechazado varias iniciativas parlamentarias similares del PP y Ciudadanos, y rechazó la apelación a la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo señalando que sus miembros eran mayoritariamente de los grupos parlamentarios del PP, Vox y Cs.

Por tanto, coligió, lo que ha hecho el PP ha sido aprovechar su mayoría en Estrasburgo para llevar allí su iniciativa y devolverla al Congreso con “el ropaje europeo”. Sobre su contenido, estableció que “no tiene sentido caracterizar los crímenes de ETA como de lesa humanidad”, porque no fueron obra de una organización en el poder ni buscó la muerte sistemática de civiles, y rechazó modificar los criterios para beneficios parlamentarios y dejar a los delegados del Gobierno la prohibición de homenajes a etarras.