Según el análisis comparativo, una explotación española recibe de la Unión Europea un promedio de 550.000 pesetas anuales, mientras que una explotación danesa recibe 2.800.000 y una del Reino Unido 3 millones de pesetas. Asimismo, un agricultor belga recibe 16.000 ecus, frente a un agricultor español que recibe 4.000 ecus.

Para el presidente de la CCAE, José María Luqui, esta comparativa emuestra por qué España puede salir seriamente perjudicada de cualquier recorte económico que se haga, "ya que tenemos un importante desequilibrio que con la reforma que se pretende se vería aún más agravado. Es dicriminatorio aplicar tratamientos iguales a situaciones tan diferentes", concluyó.