MADRID

DIEZ PROVINCIAS ESPAÑOLAS, CANDIDATAS A ALMACENAR CO2 BAJO TIERRA, SEGÚN GREENPEACE

- Alerta en un informe de las "falsas esperanzas" de la captura y almacenamiento de carbono frente al cambio climático

MADRID
SERVIMEDIA

El Gobierno ha reservado terrenos de alrededor de 500 kilómetros cuadrados en 10 provincias españolas con la intención de estudiar su uso como almacén de dióxido de carbono bajo tierra, según denunció hoy Greenpeace.

Según señala la ONG, se barajan dos posibles emplazamientos en Asturias, uno en Alicante, Cantabria, Ciudad Real, Huelva ("en un lugar tan emblemático como el Parque Nacional de Doñana"), Madrid, Palencia, Teruel, Vizcaya y Zaragoza.

Así lo explicó hoy el director ejecutivo de Greenpeace, Juan López de Uralde, durante la presentación en rueda de prensa de un informe en que advierte de la "estafa" que, a su juicio, suponen los proyectos para la captura y almacenamiento de CO2 frente a la amenaza del cambio climático.

Bajo el título "Falsas esperanzas: por qué la captura y almacenamiento de carbono no salvará el clima", este estudio alerta de las "nefastas" consecuencias que conllevaría la implantación de esta tecnología, que consiste en capturar el CO2 procedente de las chimeneas de las centrales térmicas y almacenarlo en depósitos subterráneos.

Según alertó la responsable de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace, esta tecnología, "aún no probada, no ofrece una solución que evite a tiempo un cambio climático peligroso", ya que no se prevé que esté disponible antes de 2030, "como muy pronto".

Además, criticó que "despilfarra energía y agua", ya que "su adopción a gran escala acabará con los avances en eficiencia conseguidas en los últimos 50 años y aumente en un tercio el consumo de recursos", y que se trata de una solución "carísima" que "podría incrementar el precio de la electricidad entre un 21% y un 91%".

AMENAZAS

Por otra parte, señaló que el almacenamiento de carbono es "arriesgado", ya que "incluso niveles de fugas muy bajos podrían minar cualquier esfuerzo para mitigar el cambio climático", y "entraña riesgos significativos en materia de responsabilidad civil".

"Representa una amenaza para la salud, los ecosistemas y el clima. Enterrar el carbono es enterrar el dinero necesario para las verdaderas soluciones, como las renovables, y sepultar el futuro de las próximas generaciones", prosiguió esta experta.

Por su parte, el director ejecutivo de Greenpeace, Juan López de Uralde, lamentó el "apoyo" a esta tecnología que mostró el presidente del Gobierno en su discurso de investidura.

"Para combatir el cambio climático hay que reducir las emisiones de CO2 mediante eficiencia y renovables, y no a través de falsas soluciones como la energía nuclear o la captura de carbono, que sólo perpetúa el modelo actual de quema de carbón e incide en la filosofía del beneficio privado que provoca daños públicos", concluyó.

Más de 100 organizaciones no gubernamentales (17 de ellas, españolas) se han unido a Greenpeace para demandar que la captura y almacenamiento de carbono no sean utilizadas como "excusas" para construir nuevas centrales eléctricas de carbón.

(SERVIMEDIA)
07 Mayo 2008
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