Así lo dijo durante su intervención en el ‘XIII Encuentro Financiero’ organizado por KPMG y ‘Expansión’.

Campa destacó que, pese a que la guerra en Ucrania ha afectado a una parte “muy pequeña” del negocio de la banca europea, “estamos al principio de lo que viene”.

Citó la inflación como uno de los retos a enfrentar y afirmó que “no sabemos si está en el pico”, pero sí que “es más permanente de lo que se esperaba hace un año”, factor que se suma a la subida de los tipos de interés para aplacarla.

Aunque “inicialmente cabía esperar” que dicha subida beneficiaría los balances de los bancos, Campa afirmó que “es posible que los ingresos no mejoren tanto como se esperaba inicialmente” y “a corto plazo no son tan evidentes” los efectos de ese incremento, que dependerán de la repreciación de activos y pasivos.

Según dijo el presidente de la EBA, “lo más importante” es que la coyuntura económica de deterioro “constante” del crecimiento en el último año “puede conducir a un crecimiento menor del flujo de préstamos nuevos”.

Además, explicó que se está apreciando una “rápida revalorización de los costes de la financiación mayorista” y los bancos que dependan en mayor medida de esa financiación, verán un crecimiento “más lento” de sus márgenes.

Campa alertó de que “un cóctel" de inflación, aumento de tipos y de reacción económica podría ser muy perjudicial para la calidad de activos de hogares y empresas”, por lo que recomendó un seguimiento particular de los hogares más vulnerables.

El presidente de la EBA destacó que, en este contexto, el mercado de trabajo está teniendo un comportamiento “muy bueno”, pero avisó de que, si en los próximos trimestres esa situación empeora, “sería crítico para la calidad crediticia”.

Si bien destacó que la morosidad en este momento se encuentra baja, advirtió de que “hay una cierta bolsa de activos potencialmente defectuosos" que "puede resurgir como morosidad en el sector” y eso se uniría al “deterioro” actual. De hecho, comentó que algunos indicadores adelantados ya reflejan un aumento de la morosidad clasificada en fase 2.

Campa señaló como riesgos para el sector financiero el cambio climático y el riesgo cibernético y dibujó 2023 como un año "muy complicado" en el entorno económico.