Lo anunció en la presentación del informe de alto nivel ‘El futuro de la protección social y el Estado del Bienestar en la Unión Europea’ celebrada en Madrid. Para ello, dijo que se incorporará "a expertos independientes y reputados que nos ayuden a acumular evidencias” en este sentido,

En su opinión, el trabajo que hoy se presentaba en Madrid “así lo hace, cuando habla de la potencial inclusión (del gasto social) en la regla de oro’” del presupuesto comunitario. Escrivá destacó que después de Bélgica –este informe se presentó en Bruselas en febrero--, España es el primer país donde se difunde de “manera institucional”.

Promovida por la Dirección General de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión de la Comisión Europea, la investigación analiza los retos de los sistemas de protección social como consecuencia de los cambios demográficos, tecnológicos y climáticos y sus repercusiones en el empleo.

Según el ministro, “invertir en capital humano quizás sea el factor más determinante a la hora de predecir el desarrollo económico”, y puso como ejemplo “los ingresos que un niño que logra acabar la Educación Secundaria (en lugar de abandonar de forma precoz) generará a lo largo de su vida, “tanto para sí mismo como para las instituciones públicas”.

Escrivá citó diversos estudios que demuestran “el alto retorno social en términos económicos” de los programas para la inclusión social de colectivos en riesgo. Sin embargo, “cuando hablamos de gasto social debemos ser muy pragmáticos”, recalcó, y “necesitamos datos y evidencias”.

Por ello, defendió la necesidad de recoger estadísticas a propósito de las distintas políticas sociales y de efectuar una evaluación exante, ”a fin de estimar la rentabilidad prevista” de cada programa, y expost, para comprobar en qué grado se cumplieron las previsiones.

Resulta “fundamental a la hora de convencer a los actores implicados de que la inversión social es prioritaria en el presupuesto de los Estados”, subrayó. Del mismo modo, también lo es de cara a incluir esta consideración en el cálculo de la ‘regla de oro’ que determina la disciplina presupuestaria de la UE, concluyó.