La falta de protección contra el fuego dificultó la extinción -------------------------------------------------------------

MADRID
SERVIMEDIA

Más de medio centenar de bomberos, una veintena de vehículos y casi cuatro horas de trabajo fueron necesarios para sofocar un incendio declarado a primeras horas de esta mañana en una fábrica de muebles de oficina de Madrid.

Según eplicó a Servimedia un portavoz del Cuerpo Municipal de Bomberos, el Servicio de Extinción de Incendios recibió una llamada de aviso sobre pasadas las seis de la madrugada, que alertó de la presencia de llamas en la fábrica Sistemas AF, situada en la confluencia de las calles Antonio López y Virgen de la Ermita.

Cinco minutos más tarde, acudieron al lugar un coche autobomba y otro autotanque del Parque de Bomberos número 5, situado en la calle Santa María de la Cabeza, pero ante la envergadura del sinistro, solicitaron la presencia de más material y efectivos.

Las llamas, que alcanzaron los 6 metros de altura, ya habían producido el hundimiento de la armadura de la cubierta y, cuando llegaron los primeros efectivos, sobresalían por encima de las dos naves de almacenamiento del material de oficina terminado, que fueron las zonas más afectadas y en la que también ardieron los vehículos de la empresa destinados al reparto.

Sucesivamente fueron llegando al lugar del incendio vehículos de los Parqus de Vallecas y Villaverde, entre otros, hasta sumar cinco coches autobombas, siete autotanques, dos escalas, un brazo articulado y cuatro coches de mando.

La fábrica, que es un gran complejo de producción del material de oficina, así como su pintado, tiene una extensión de 14.000 metros cuadrados, de los que unos 4.000 quedaron afectados por las llamas.

El fuego dañó exclusivamente la zona de almacenaje, ya que los bomberos pudieron cortar la propagación de las llamas al área de producción del mterial, que pudo salvarse del incendio.

El portavoz del Cuerpo, que no pudo precisar las causas del siniestro, posiblemente por un sobrecalentamiento de alguna máquina, indicó que el material almacenado en la fábrica, como el aglomerado, no es fácil que arda.

No obstante, resaltó que al llevar productos como los disolventes o las pinturas, su condición de altamente inflamables propició la combustión una vez alcanzada una alta temperatura, y desarrollaron gran cantidad de calorías, lo que provocó ue la propagación fuera inmediata.

A partir de las 10 de la mañana, el fuego quedó totalmente controlado, pero, como la zona afectada tenía una gran extensión, varios efectivos permanecerán en la zona, hasta las seis de la tarde, para remover el material quemado, sanear y apagar chisperos, y evitar así que el fuego volviera a avivarse.

NO ESTRENARON LOS NUEVOS CASCOS

Los bomberos no emplearon nuevos cascos, ya que fueron adquiridos recientemente y su puesta en servicio obliga a cambiar todo el istema de aparatos de respiración autónomos, bandas reflectantes, los distintivos de mando. Posteriormente, los entregarán periódicamente.

El portavoz de los bomberos, que resaltó que la coordinación en el siniestro fue perfecta, afirmó que las labores de extinción no fueron "penosas" para los funcionarios, porque las zonas afectadas estaban suficientemente ventiladas, pero sí largas, ya que ardió una gran extension.

Indicó que, a pesar de ello, el riesgo más grave al que se tuvieron que enfrenta los efectivos fue la gran cantidad de calorías que despedía la estructura, que en contra de la ordenanza, no estaba protegida por un material ignífugo, que evite su deformación y derrumbe.

Esta carencia provocó que varias zonas quedasen con peligro de hundimiento, por lo que los bomberos tuvieron que atacarlas por las cubiertas mediante las escalas.

Asimismo, reseñó que las labores de extinción se complicaron por la falta de presión de agua que tenían las bocas de incendio y los hidrantes de la ropia fábrica, lo que obligó a los bomberos a ir a abastecerse de agua al parque quinto y utilizar siete autotanques, para realizar una cadena de repostaje de agua.

(SERVIMEDIA)
24 Mar 1992
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