Discapacidad

Fedace calcula que 130.000 mujeres no vuelven a trabajar tras sufrir daño cerebral

- La mayoría se ven obligadas “a reinventarse”

- El 43% de las mujeres con discapacidad están en edad laboral

VÍDEO: los clientes de Servimedia disponen de imágenes y sonido de estas declaraciones en el https://servimedia.tv/TotalesFedaceMujeresDCAEmpleo

MADRID
SERVIMEDIA

La Federación Española de Daño Cerebral (Fedace) estima que unas 130.000 mujeres no pueden volver al trabajo por las secuelas visibles o invisibles sufridas por el daño cerebral adquirido (DCA) y, por eso, “se ven obligadas a reinventarse”.

Así lo expresaron en un encuentro informativo sobre ‘Mujeres y daño cerebral adquirido: perspectivas, desafíos y esperanzas’, celebrado en la agencia de noticias Servimedia.

Con motivo de la celebración el 8 de marzo del Día Internacional de la Mujer, Fedace reunió a varias mujeres para hablar del daño cerebral adquirido. En este sentido, su presidenta, Ana Cabellos, recordó que el pasado viernes tuvo lugar el primer parlamento para mujeres con discapacidad que celebró Cermi Mujeres en el Senado donde se dieron a conocer “datos muy preocupantes”.

De hecho, destacó que “130.000 mujeres trabajadoras no pudieron volver a su empleo tras padecer un daño cerebral adquirido. Es cierto que esta situación se puede deber a las secuelas de la enfermedad, pero sobre todo ocurre por la falta de apoyos para esa vuelta al trabajo”.

CAUSA DE DISCAPACIDAD

El DCA es la primera causa de muerte en mujeres, sobre todo por ictus, y la primera de discapacidad en adultos. Cabellos añadió que “se sabe que hay unas 60.000 nuevas altas hospitalarias de ictus en mujeres y, de ellas, un 80% va a tener discapacidad. Sin embargo, de este porcentaje, sólo un 42% va a pedir que se les reconozca”.

Por lo tanto, subrayó, “las mujeres con DCA piden menos recursos y acceden menos a la acreditación de esa discapacidad y, por lo tanto, se convierten en un colectivo más vulnerable”.

De hecho, señaló la presidenta de Fedace, el daño cerebral adquirido “es una quiebra en tu vida familiar". "Estas mujeres, además de tener secuelas, tienen impedimentos para volver a su vida cotidiana en mucha mayor medida”, comentó.

En esta misma línea intervino en el encuentro, la directora regional de Inserta Empleo en Madrid, Carmen Montes, quien también remarcó que “los datos son preocupantes”. Aunque “la evolución es positiva en el empleo de las personas con discapacidad, en el caso de las mujeres estamos muy lejos de alcanzar la situación que tienen los hombres con discapacidad y muy lejos de las mujeres sin discapacidad”.

EMPLEO Y DISCAPACIDAD

De hecho, recordó, que una de cada cinco mujeres tiene una situación de discapacidad acreditada, lo que representa casi el 43% de las personas con discapacidad en edad activa. Además, “las mujeres presentan mejores niveles de formación y, sin embargo, cada año no alcanzamos el 2% del total de contrataciones a personas con discapacidad en España”.

“El hecho de ser mujer y con discapacidad nos coloca delante de barreras que nos impiden llegar al empleo, así como para acceder a una formación y la brecha salarial. A este respecto, estamos en un 16% menos del salario que cobra cualquier mujer en España, lo que se traduce en 6.000 euros al año”, añadió.

Montes aseguró que esta situación es aún más complicada en mujeres con DCA porque “se presenta una situación de inactividad y ni siquiera se plantean que el empleo sea una opción". "Cuando te sobreviene un DCA que conlleva secuelas que estigmatizan de cara a la búsqueda de empleo tienes que reinventarte”, indicó.

Esta palabra “suena muy positiva, pero desde la discapacidad es muy complicado porque te tienes que reinventar todo tu entorno personal y familiar y lo tienes que hacer desde una situación de inseguridad y vulnerabilidad”.

TRABAJO COMO REHABILITACIÓN

Por lo tanto, expresó la directora regional de Inserta Empleo, “la clave está en trabajar con estas mujeres desde un acompañamiento muy exhaustivo y el empleo debe estar entre las prioridades de rehabilitación y recuperación, lo que es fundamental en el DCA". "Pero no sólo tenemos que poner el foco en la mujer, también en las empresas para que sean inclusivas. No podemos hablar de una cuota porque hay que modificar muchas cosas para poder acceder al empleo”, resaltó.

Desde Inserta Empleo, agregó, “se trabaja con las empresas y son conscientes de esta situación y tienen la intención de ser más inclusivas, pero muchas veces no saben como hacerlo, por lo que deberían contar con las asociaciones expertas”.

Un caso de reinvención es el de Celi Martínez, presidenta de Braining Mum. “La creación de esta entidad surgió de mi propia experiencia. Con 36 años y después de muchos intentos por tener hijos, me quedé embarazada de mellizos y en el parto me dio un ictus. Cuando comprendí lo que me había sucedido me di cuenta que era algo grave. En el hospital no tuve a nadie de quien fijarme y seguir sus pasos”.

“Cuando te ocurre algo de esta magnitud necesitas tener alrededor a personas en las que apoyarte y que te sirvan de espejo porque han pasado por lo mismo. No sabía qué pasos dar y cómo pedir ayuda para atender a mis hijos. Con el objetivo de ayudar pensé que debíamos juntarnos para caminar juntas, por lo que cree esta asociación”, recordó.

MADRE CON DISCAPACIDAD

De esta forma, Braining Mum se convirtió en una asociación de apoyo a la crianza para que la madre sea la protagonista en el cuidado de sus hijos. Su presidenta recordó que la idea le surgió en el hospital. “Tuve que reinventarme porque ya no podía volver a mi trabajo por las secuelas de mi enfermedad”. En estos momentos, esta organización -que nació en 2019- ya está en varias ciudades españolas como Madrid, Barcelona, Cuenca, Alicante, Huesca, Málaga, Almería.

Otro caso positivo es el de Isabela Martín, quien también pertenece a Braining Mum. En este caso, lo que ocurrió es que durante su segundo embarazo, en la semana 20, tuvo un ictus. “Mi niña nació perfecta y ahora tiene siete años”.

Tras el ictus pudo volver al trabajo en la misma empresa, una multinacional norteamericana dedicada a productos de consumo. “La empresa me buscó un puesto adaptado a mis circunstancias y con una jornada reducida porque ya no puedo hacer una jornada completa. Me buscaron un trabajo con una responsabilidad que si podía atender porque ya no puedo tener las que tenía antes”.

Antes del DCA, Isabela Martín ocupaba el puesto de directora comercial y “ahora estoy en el departamento de inserción de personas con discapacidad”. Por ello, reflexionó que “la persona con discapacidad también tiene que saber qué aporta o no aporta porque la crítica es buena para evolucionar”.

En este diálogo también participaron Amalia Diéguez, de Cermi Mujeres y representante de la Asociación Ateneu Castelló, y Loli Olivencia, familiar y cuidadora de la Asociación Vivir Almería. Ambas comentaron que es importante "adaptar los puestos y tiempos" para que estas mujeres puedan alcanzar la normalidad en sus vidas.

(SERVIMEDIA)
04 Mar 2024
ABG/mjg/nbc