Feijóo intervino en un almuerzo-mitin en Sarria (Lugo) en el que se refirió a la reciente carta del expresidente de la Generalitat de Cataluña y líder de Junts, Carles Puigdemont, en la que aseguró que las nuevas imputaciones contra él no se estarían produciendo si hubiera investido presidente a Feijóo o hubiera impedido la investidura de Pedro Sánchez.

Aseguró que tardó "menos de 24 horas en decir que no" a la posibilidad de ser investido por Junts a cambio de la amnistía, mientras el PSOE "lleva cinco meses intentando encajar a martillazos la amnistía en la Constitución Española, en los tratados de la Unión e insultando a todo el mundo simplemente para mantenerse en el Gobierno después de haber perdido las elecciones". "Prefiero ser jefe de la oposición que presidente de un Gobierno hipotecado", proclamó para cerrar su intervención para reafirmarse en su rechazo a ser investido por Junts".

"Nosotros estamos a favor de la reconciliación y haremos todo lo posible para que aquéllos que rompieron la convivencia se reconcilien con el Estado de derecho y con la convivencia del país. La reconciliación es necesaria, pero nunca puede pasar por la impunidad. No hay reconciliación si quien ha cometido un delito dice que lo volverá a cometer", sintetizó, marcando distancias con el PSOE, y, uniendo su oposición al BNG con su rechazo a Junts, sentenció: "Le dediqué 20 años de mi vida para que el nacionalismo no gobernase en Galicia y por supuesto le voy a dedicar el resto de mi vida para que el nacionalismo no divida ni fracture España".

Con un discurso en gallego y castellano que inició solidarizándose con la Guardia Civil y pidiendo "responsabilidades políticas al máximo nivel" en el Gobierno por el "asesinato" ayer de dos agentes atropellados por una 'narcolancha' en Barbate (Cádiz) y después se centró propiamente en la campaña de las elecciones gallegas del próximo domingo 18.

Como en otras intervenciones en la campaña, el líder popular diagnosticó que al PP se oponen "un conjunto de fuerzas políticas antagónicas que no tienen un proyecto para Galicia y que tiene solamente el interés exclusivo de que en Galicia no gobierne" el PP. De ellas, "el BNG se haría con la presidencia de la Xunta utilizando al PSOE y a los demás de muleta" para "traer una serie de problemas importados para Galicia: problemas de convivencia en el País Vasco o Cataluña". "Galicia, en definitiva, se juega tener una presidenta independentista o tener un Gobierno autonomista", con "un presidente de la Xunta que pueda salir de Galicia y que se respete en cualquier foro de comunidades autónomas", sintetizó.

Tras burlarse una vez más del "multipartito" que tiene enfrente, de los cuales todos menos el BNG se conformarán con las "migajas" que le deje éste, se centró en el PSdeG para denunciar que está "trabajando para la candidata del Bloque porque Sánchez prefiere aniquilar a su partido, como ha hecho en la mayoría de las comunidades autónomas, pero que el PP no gobierne en Galicia". Según interpretó, "la mayoría de los votantes socialistas no quieren que gobierne una nacionalista en Galicia", con el gallego impuesto como única lengua, sino que "prefieren un Gobierno leal y estable a la Constitución".

FALSA NOVEDAD

Al final de su discurso, Feijóo volvió al BNG para ironizar que "ahora resulta que es un partido nuevo" y que "parece un moderado", cuando en su día se opusieron a la Constitución, al Estatuto de Autonomía y a las autopistas, y ahora reclama un nuevo sistema de financiación como el casco, aunque recaudaría menos de mil millones al año, y también un referéndum de autodeterminación. También recriminó a su principal rival electoral que haya participado en concentraciones a favor de los presos de ETA y que en las elecciones europeas vaya a presentarse con ERC y EH Bildu.

Respecto a su candidata, Ana Pontón, bromeó que "vende renovación" cuando lleva en el Parlamento gallego desde antes de que llegó él, y prosiguió recordando las sucesivas peleas internas de la izquierda en la comunidad para preguntar "cómo van a gobernar Galicia unos que no se gobiernan entre ellos" y "presentan tantas candidaturas que necesitamos un mapa y una cantimplora para orientarnos". En cualquier caso, Feijóo advirtió de que "las mayorías absolutas son muy difíciles" y pidió a los simpatizantes del PP no confiarse ante las elecciones, no sea que "por un día de relajación suframos cuatro años de lamento".