IBARRA HABLA SOBRE RUANDA PARA NO CONTAR LOS "RIDICULOS PROBLEMAS DE PRIVILEGIADOS EUROPEOS", EN LOS ACTOS DEL DIA DE EXTREMADURA
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El presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, sorprendió ayer oche a los asistentes a su discurso con motivo de día de Extremadura, celebrado en el Teatro Romano de Mérida, en el que el líder extremeño habló sobre los problemas y conclusiones que se derivan de la situación política y económica de Ruanda, para no contar "los ridiculos problemas de privilegiados europeos".
Los 2.000 asistentes al acto institucional y los telespectadores de la segunda cadena de TVE, que retrasmitió el evento para esta comunidad, esperaban las reflexiones de Rodríguez Ibarra sobre ls problemas que afectan a Extremadura y sus proyectos de futuro.
Sin embargo, el presidente del Ejecutivo regional comenzó diciendo que se engañaría a sí mismo si hablara de otra que no sea lo que le ha obsesionado este verano: la desgracia de Ruanda y las conclusiones que de la misma puedan sacarse respecto a los países ricos occidentales.
"No voy a hablar de nuestro ridículos problemas de privilegiados europeos, ni estoy esta noche para compartir opiniones que no se refieran a este malestar y aesta vergüenza, que llevan al límite de la capacidad de comprender a esta civilización que hemos creado", sentenció.
Rodríguez Ibarra habló, no de Extremadura sino desde Extremadura, para "contribuir a que algo más profundo que la billetera se mueva en nuestro interior" y para preguntarse por qué las sociedades occidentales si poseen los medios para acabar con las tragedias mundiales no las evitan.
Tras afirmar que "Europa ha fallado una vez más", y que hay muchas Ruandas esperando en el futuro, idió, para evitarlas, un "rearme ético civil de la sociedad, crear una mayoría de ciudadanos que no reaccionen sólo ante los estímulos materiales sino ante las preocupaciones morales".
El presidente extremeño se preguntó si la ayuda que se presta a Ruanda no se hace por miedo a una inmigración masiva y amenazadora desde esos países.
"Frente a la masacre de niños y adultos yo reivindico en este pórtico del día de Extremadura, yo reivindico el derecho a la intolerancia con los que no respetan la dinidad básica y común de todos los seres humanos", señaló.
"Así pues", continuó, "intolerancia con los racistas y los tiranos, por ejemplo, pero no intolerancia de mera opinión, no, intolerancia activa, activista y decisiva, cuando se está luchando por la mera dignidad. Porque nadie sea tratado como un animal, ningún esfuerzo parecerá excesivo, ninguna medida injustificada. Isultar públicamente a un racista debería enseñarse en los colegios. Organizar manifestaciones por un asesinato terrorista es un dber ciudadano. Arrancar propaganda fascista es una manifestación de dignidad...".
(SERVIMEDIA)
08 Sep 1994
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