IRAN. UNO DE LOS ESPAÑOLES LIBERADOS DICE QUE LO MAS DURO FUE LA FALTA DE COMUNICACION E IMAGINAR LA PREOCUPACION DE LA FAMILIA
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Pedro García Die, uno de los españoles liberados ayer por la tarde en Irán, manifestó hoy que lo más duro de los 17 días que pasaron secuestrados por un grupo de narcotraficantes fue la falta de comunicación con sus raptores y el pensar en la preocupación de sus familiares y amigos en España. Los tres españoles tienen previsto regresar mñana a nuestro país.
García Die, el informático de 34 años que fue secuestrado el pasado 14 de agosto junto con otros dos españoles, el dominico Cosme Puerto y el padre Joaquín Fernández, declaró a la cadena Ser que fueron "17 días duros, sobre todo por la falta de comunicación entre estos iraníes, que se dedican a raptar turistas sin tener nadie que les pueda hacer de intérprete, y nosotros, que no sabíamos ni de qué iba la historia".
Agregó que gracias a la mímica y a "uno de los secuestradores que parecía ser un poco más espabilado que los demas, conseguimos tener una pequeña comunicación, pero fue bastante poco satisfactoria, porque lo único que nos decían eran mentiras", como que les iban a liberar al día siguiente. "El día que no nos lo dijeron, ese día nos liberaron", indicó.
El español liberado contó 30 personas entre los iraníes que vigilaban directamente a los secuestrados y los que vigilaban el entorno, y dijo que "cuando nos cogieron fuimos bastante maltratados, sobre todo el padr que vino con nosotros, el señor Joaquín, que recibió unos malos tratos para una edad tan avanzada como la suya, 67 años".
"Cuando nos dijeron que no nos iban a matar nos tranquilizamos, pero en uno de los traslados yo lo pasé bastante mal, porque pararon para recoger una furgoneta que tenían en medio del desierto y sacaron unas palas. A mí aquéllo me olió fatal, pero luego no pasó nada, gracias a Dios", agregó.
García Die señaló que de las negociaciones que mantuvieron los secuestradores con el obierno iraní para conseguir la libertad de dos de los dirigentes de la banda de narcotraficantes "algo nos dijeron, pero la comunicación entre ellos y nosotros era muy complicada, sólo conseguimos entender que dos de los suyos los habían cogido y nos querían cambiar por ellos".
Indicó que durante el tiempo en el que estuvieron secuestrados la dieta se basó en cordero y agua, y que una de sus mayores preocupaciones era buscar la sombra para no sufrir una insolación, pues estaban en el desierto. No obsante, resaltó que "lo más duro era el hecho de saber que tú estabas bien, pero que tu familia y tus amigos en España se estaban preocupando mucho por tí, y no lo debían estar pasando nada bien ellos tampoco".
(SERVIMEDIA)
01 Sep 1999
E