“Espero que pronto en Madrid, a finales de este mes incluso, podamos hacer una un acto unitario desde la izquierda crítica con el nacionalismo y crítica con todas las cesiones”, explicó el portavoz de El Jacobino, Guillermo del Valle, en una entrevista en Servimedia. “No sólo con la amnistía o con la secesión, que son oposiciones claras las que tenemos desde el jacobino, sino con el resto de cesiones”.

“Porque parece que estamos hablando de la desvertebración fiscal de España, de un pacto fiscal para Cataluña, de una serie de concesiones que están encima de la mesa. ERC está pidiendo la transferencia de aeropuertos, puertos, rodalíes [los trenes de cercanías], la condonación de la deuda en Cataluña”, enumeró, advirtiendo de que ésa última “la van a pagar los extremeños y los andaluces” y que “eso son también concesiones gravosas para la igualdad respecto a las cuales nosotros tenemos una posición firme de oposición”.

El Jacobino planea registrarse como partido político y concurrir, con otro nombre más propio y no el que adoptó como ‘think-tank’, a la próxima cita electoral, los comicios europeos. “Nuestra idea efectivamente es presentarnos a las elecciones del año 2024, las elecciones europeas”, confirmó en la entrevista. Una intención ya anunciada a finales de 2022 para que en esas urnas haya “una papeleta que aunara todas estas cosas: no solo una oposición al nacionalismo o al identitarismo, o a esta deriva particularista, por así decirlo, de la izquierda, más preocupada por las cuestiones identitarias que por la causa de la igualdad, sino también una izquierda que defienda los derechos de los trabajadores, una izquierda del trabajo, una izquierda que defiende la ampliación y el blindaje de los servicios públicos frente a las privatizaciones”.

“Es decir”, desarrolló, “una izquierda que sea capaz de oponerse a determinadas políticas regulacionistas neoliberales de la derecha y también una izquierda laicista, una izquierda de la igualdad, una izquierda que vuelva a los ejes clásicos de la igualdad y la libertad de todas las personas con independencia del código postal o de la región concreta de España”.

Del Valle explicó que las elecciones europeas son más favorables a una opción como la de esta nueva izquierda ‘jacobina’ “porque hay una circunscripción única y, en segundo lugar, porque son las elecciones en las que el votante normalmente se puede permitir la libertad de hacer un voto más crítico, más heterodoxo, de salirse del voto clásico, el voto típico que muchos de los ciudadanos hacen”. Por eso, percibe que “ahí hay una oportunidad”.

TRES AÑOS Y MEDIO DE TRABAJO

El portavoz relató que El Jacobino está “en proceso de conformación en partido político” y “tejiendo organización en toda España”, después de “tres años y medio de trabajo” que demuestran que “esto no es una ocurrencia de El Jacobino”, sino que hay muchos españoles de izquierdas en sintonía con estas ideas.

Del Valle cree que “está habiendo gente obviamente en este espacio político que está harta de lo que está ocurriendo en el Partido Socialista”, y citó el caso particular de Nicolás Redondo Terreros, “expulsado sin ningún tipo de garantías del Partido Socialista”. Pero también aseguró que “hay gente que viene de Izquierda Unida y que ha tenido cargos públicos en Izquierda Unida”, en la Comunidad y ayuntamientos de Madrid, que “están dentro de El Jacobino”.

Lo atribuyó a que “hay gente que está muy descontenta con la deriva del Partido Socialista, y no digamos ya de Sumar, cuya única propuesta parece ser últimamente hacerse una foto con un prófugo de la justicia como Puigdemont”, el expresidente de la Generalitat de Cataluña. A su modo de ver, eso supone “pagar un precio con la burguesía más reaccionaria catalana, con un señor que no puede representar el progresismo, más que nada porque forma parte de una fuerza más bien de ultraderecha identitaria”.

“Estamos en contacto con gente de la izquierda crítica con todas estas derivas y ojalá podamos visibilizar un acto unitario”. Pero, más allá del acto en concreto, propugnó “un posicionamiento unitario para ofrecer más pronto que tarde una opción electoral a todos los españoles que no quieren votar a la derecha, pero que tampoco quieren comulgar con ruedas de molino, que no quieren ponerse una pinza en la nariz” para votar al PSOE o Sumar.