Defensa

Madrid inaugura el monumento en memoria de las víctimas del accidente del Yak-42

Madrid
SERVIMEDIA

El parque del Oeste, en el distrito madrileño de Moncloa-Aravaca, cuenta desde hoy con un monumento en memoria de las víctimas del Yakolev 42, accidente aéreo ocurrido en Trebisonda (Turquía) el 26 de mayo de 2003 que costó la vida a 62 militares españoles y 13 miembros de la tripulación ucraniana y bielorrusa.

Según informó el Consistorio, la inauguración del monumento a los militares que perecieron de regreso a España procedentes de las misiones internacionales de paz ISAF en Afganistán y Libertad Duradera en Kirguizistán fue llevada a cabo por el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, junto a la ministra de Defensa, Margarita Robles, en un acto al que asistió la vicealcaldesa, Begoña Villacís, representantes de los grupos municipales y familiares de las víctimas.

Almeida calificó a las víctimas como “héroes que murieron en tiempos de paz”, y explicó que este homenaje “no es un punto final, sino un jalón más del testimonio continuo de homenaje y emoción que sentimos por ellos y su sacrificio”. El alcalde animó a los madrileños a conocer este espacio, “una visita de obligado cumplimiento”, para expresar afecto y gratitud “a estos héroes y al conjunto de las fuerzas armadas”.

El alcalde elogió “la fuerza moral de los familiares de las víctimas” hasta conseguir los reconocimientos que los militares merecían y destacó que el acuerdo municipal de la corporación anterior “se haya mantenido intacto”.

“No hay gran nación que se precie que no rinda tributo a todos aquellos que dieron su vida en acto de servicio para protegernos a los demás, ya sea aquí o allende nuestras fronteras”, recalcó Almeida.

El monumento se ha ejecutado a partir del proyecto del arquitecto Diego Novo Menéndez, hijo de una de las víctimas del accidente, donado por él mismo al Ayuntamiento. Se trata de una muestra de arquitectura conmemorativa, un espacio de reposo y reflexión austero y respetuoso.

A la obra se accede por un camino adoquinado perpendicular al paseo de Camoens, que queda enmarcado por dos muros de hormigón negro y sirve de transición hacia el espacio central, creando una sensación de angustia que simboliza el recorrido hasta la verdad durante los años transcurridos desde el accidente hasta ahora.

Los dos muros que delimitan la estancia tienen un singular significado: uno de ellos está horadado por 62 huecos (62 héroes) con distintas formas geométricas según las ciudades españolas en las que estaban destinados los militares fallecidos (Burgos, Madrid, Sevilla, Valencia y Zaragoza) y el segundo consta de una placa troquelada con el nombre y rango militar de las víctimas cuyos familiares han autorizado su inscripción.

(SERVIMEDIA)
14 Ene 2022
MGN/clc