La resolución, a la que tuvo acceso Servimedia, desestima el un recurso interuesto por las empresas multadas. No obstante, reduce las multas impuestas a cuatro de ellas, tras verificar que su cuantía se fijó a partir de una estimación sobrevalorada del volumen de negocio obtenido en los concursos ganados.

El importe final de las multas es el siguiente: 14.522.000 pesetas a Laboratorios Sobrino, 13.440.000 a Cooper-Celtia, 11.952.000 a Laboratorios Hipra, 2.420.000 a Laboratorios Iven, 2.070.000 a Laboratorios Ovejero, 1.740.000 al Instituto Bayer, 1.400.000 al Instituto Llorene, y 409.000 a Laboratorios Syva.

La investigación que concluyó con la imposición de estas multas fue abierto por el Tribunal de Defensa de la Competencia a instancias del Ministerio de Agricultura. Este se dirigió al tribunal el 28 de julio de 1989, al verificar que los laboratorios ahora sancionados habían presentado ofertas plenamente coincidentes para la adjudicación de diversas vacunas contra enfermedades animales.

El Tribunal de Defensa de la Competencia ha establecido que, como consecuenci de los concursos en los que participaron estos laboratorios entre 1987, 1988 y 1989, obtuvieron el suministro de vacunas por un importe total de 1.593 millones de pesetas.

Ese importe se reparte entre Laboratorios Sobrino, con 478.078.973 pesetas; Cooper-Celtia, 448.006.854; Hipra, 398.427.380; Iven, 80.737.073 pesetas; Ovejero, 68.965.172 pesetas; Bayer, 58.200.894 pesetas; Llorente, 46.991.660 pesetas; y Syva, 13.642.837.

REITERACION CONTINUADA

El tribunal considera probado que las empresas ancionadas "han presentado repetidamente a concursos para la adjudicación de vacunas veterinarias para el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación sobres cerrados conteniendo ofertas con precios totalmente idénticos unos de otros".

Durante 1987, 1988 y 1989, esta "coincidencia" se dio en trece ocasiones en el caso de Laboratorios Sobrino. Otros tres laboratorios ofertaron precios coincidentes en diez ocasiones y otros tres más en nueve.

El tribunal entiende que esta concertación "atenta cotra una de las más obvias finalidades del sistema de concurso público, que es el de propiciar y dar cauce adecuado a la competencia entre los posibles suministradores".

A su juicio, no pueden aceptarse las alegaciones "denodada y reiteradamente" efectuadas por las empresas multadas, en el sentido de que la coincidencia de precios obedece a los similares costes en que incurren los laboratorios para producir vacunas.

"Aunque se admitiera que las diferencias en los costes de los productos ofertados or los diversos laboratorios fueron pequeñas, no puede derivarse de ello unas identidades tan totales y precisas en los precios ofertas como las ocurridas", concluye.