Así lo denunció en un comunicado en el que expuso los principales resultados de un análisis que ha realizado de las 10 aplicaciones de control parental más descargadas y en el que alertó de que el porcentaje de identificación de páginas web porno “varía entre el 56% y el 96%” y de que ninguna filtra el 100% de estos contenidos y algunas “apenas” llegan al 60%.

A su juicio, “otro problema habitual” en una de cada dos aplicaciones es la “dificultad” para gestionar los contactos del menor y “menos frecuentes, pero igualmente observados”, son los problemas de geolocalización y seguimiento del dispositivo y, por lo tanto, del niño o las dificultades para gestionar el tiempo de uso, además de la “falta de obstáculos” que “impidan” al menor desinstalar la aplicación, sobre todo entre las diseñadas para dispositivos con sistema operativo iOS.

De hecho, dos de las diez aplicaciones de control parental seleccionadas “no superan” el análisis y otras tres “apenas” lo aprueban y, además, son servicios con un “elevado” coste de suscripción, que varía entre los 40 y los 100 euros al año.

“La buena noticia es que entre las apps más completas hay dos gratuitas”, indicó, en referencia a Google Family Link, para dispositivos con sistema operativo Android, y Apple Tiempo de Uso, para móviles y tabletas con iOS.

APLICACIONES MÁS COMPLETAS

Por lo que respecta a la primera, subrayó que resulta “muy fácil de usar”, que “sobresale” como gestor de tiempo y cuenta con un “buen filtro” para “identificar” webs porno (95%), además de que, para descargarla, el móvil de los padres puede ser “indistintamente” Android o iOS. En contra, criticó su “escasa” capacidad para gestionar los contactos del menor.

En cuanto a la segunda, hizo hincapié en sus “excelentes resultados” gestionando las aplicaciones del niño y el tiempo de uso, si bien en contra tiene que la función de filtrado de páginas web es “solo aceptable” (87%), lo mismo que la geolocalización, y que el móvil del progenitor debe ser también iOS.

“No obstante, ninguna app de control parental resulta suficiente para evitar el acceso a webs con contenidos no recomendables para menores”, señaló, para, a continuación, instar al Gobierno a “acelerar” las políticas de control de acceso a webs para adultos, desarrollando, por ejemplo, sistemas de acceso mediante verificación de la edad a través de los móviles de los propios progenitores, “siempre respetando la privacidad”, tal y como ha trasladado a la CNMC a través de una consulta pública sobre este asunto.

En todo caso, la organización puntualizó que los progenitores deben también “educar y acompañar” al menor en su acceso a las nuevas tecnologías, “acordando” con él pautas y estableciendo “hábitos saludables” en el uso de los dispositivos electrónicos, para lo cual pidió el “apoyo” de los centros educativos, en línea con lo que propone el Pacto de Estado para la protección de los menores en Internet y las redes sociales.