Según informó el Ministerio del Interior, la operación se ha desarrollado durante 14 meses tras la detección de un grupo cuya actividad era la fabricación de medios transporte artesanales para bandas criminales, con la construcción de dobles fondos en turismos y remolques para ocultar droga.

Además, elaboraban drones de gran tamaño y capacidad de carga, así como semisumergibles no tripulados capaces de esconder entre 150 y 200 kilos de carga. Estos últimos artefactos permitían transportar grandes cantidades de estupefaciente de forma remota cruzando el Estrecho de Gibraltar.

CLIENTES INTERNACIONALES

La organización desarticulada prestaba sus particulares servicios logísticos a todo tipo de grupos criminales, y contaba con clientes en países como Italia, Francia o Dinamarca, además de las que operaban zonas de España como Cataluña, la Costa del Sol, el Campo de Gibraltar o Ceuta.

Dado el carácter internacional de los contactos que mantenían, la Policía Nacional contactó con la Policía Nacional francesa, ya que un elevado número de los vehículos con dobles fondos se dirigían cargados con droga hacía el país vecino. Por otra parte, gracias a la ‘operación Kraken’ se identificó a ciudadanos marroquíes y daneses que enviaban importantes cantidades de hachís desde el sur de España hacía el norte de Europa, con destino a las redes criminales de origen magrebí conocidas como ‘Mocro-maffia’.

Durante las pesquisas los investigadores detectaron 13 vehículos de distinto tipo modificados por la organización para ocultar y transportar droga, algunos de ellos fabricados en el interior de remolques y capaces de albergar hasta 800 kilogramos de estupefacientes.

Fruto del operativo se detuvo a ocho personas en municipios de Cádiz, Málaga y Barcelona por delitos de tráfico de drogas y pertenencia a organización, de los cuales seis han ingresado en prisión. Los investigados realizaban su actividad en diferentes naves industriales de Castellar de la Frontera (Cádiz).

En los registros practicados en las provincias de Málaga, Cádiz y Barcelona se intervinieron 145 kilogramos de hachís, ocho de marihuana y 157.370 euros. Además, se incautaron 10 vehículos y seis drones de gran tamaño con hasta 12 motores y una autonomía de 30 kilómetros.

Interior destacó en su comunicado que se trata de la primera ocasión en la que incautan vehículos que operan bajo el agua sin tripulación a bordo, conocidos como drones submarinos. Concretamente se han hallado tres unidades, dos de ellos en fase de fabricación y uno prácticamente terminado, que iban a ser entregados a narcotraficantes franceses.