PAGOLA: "ESPERO QUE EL PROCESO CONTRA EL ARCIPRESTE DE IRUN NO CULMINE EN UNA CONDENA SIMBOLICA DE TODA LA IGLESIA VASCA"

MADRID
SERVIMEDIA

El vicario general de San Sebastián, José Antonio Pagola, manifestó hoy al término del juicio contra el arcipreste de Irún, José Ramón Treviño, acusado de colaboración con banda armada por cobijar a dos presuntos etarras en su parroquia, que espera que el proceso conta el sacerdote no culmine en "una condena simbólica" de toda la iglesia vasca.

"Treviño no es un colaborador de ETA, en todo caso es colaborador de la lucha contra la droga", dijo, "sería lamentable que se le utilice como chivo expiatorio para condenar a una iglesia de la que no se pueden tener más pruebas de que haya colaborado con ETA".

La vista contra el arcipreste, finalizó esta misma tarde con una declaración final del clérigo en el que proclamó su inocencia. "No soy colaborador de ETA, estáen contra de mis principios y yo no podría ser sacerdote si así fuera", afirmó.

Treviño comentó en su última intervención ante el tribunal que había escuchado "cosas muy duras" sobre su persona durante la vista y que, si bien en un principio le habían estremecido, enseguida se tranquilizó "porque se estaba hablando de otro José Ramón Treviño".

Alegó que porque siempre ha luchado por la paz trabaja en la marginación, "que a veces salpica, pero asumimos el riesgo". Señaló que la gente le reclama y,por ello, hizo un llamamiento "a la equidad y buen sentido de la Justicia para poder regresar cuanto antes a mi parroquia".

Con anterioridad, las acusaciones y la defensa expusieron sus informes. Mientras las primeras reclamaron la condena para el sacerdote, su letrado, Joaquín Ruiz Giménez, solicitó la absolución argumentando que Treviño fue víctima de una manipulación dirigida desde la propia Audiencia Nacional.

Ruiz Giménez acusó al juez de instrucción de haber dictado al arcipreste sus propia respuestas y a la fiscal de ironizar y reirse de las explicaciones dadas por el clérigo cuando relató que se limitó a cumplir con su función sacerdotal.

"Poco les importaba el arcipreste, lo que buscaban era la forma de implicar a alguien más (...), la demostración de que detrás de ETA está el apoyo de la iglesia vasca".

El fiscal manifestó en su informe que en toda su carrera porfesional nunca se habían ordenado registrar iglesias para buscar a terroristas, "pero a la vista de esta experiencia,quizá haya que empezar a cursar órdenes de registro en las parroquias".

El representante del ministerio público estimó que las obligaciones de la función sacerdotal tienen un tope "cuando se encuentran hechos delictivos" y subrayó que sin colaboradores habría menos víctimas del terrorismo.

Destacó que Treviño ya había alojado entre 1978 y 1981 al etarra "Paterra" en su parroquia de Azpeitia, "hechos prescritos pero que sitúan a la persona en una continuidad delictiva", indicando crédito a las decaraciones policiales efectuadas por el arcipreste y que él mismo se negó a asumir como propias.

Por su parte, el letrado de la acción popular, representada por Víctimas del Terrorismo calificó de "uso bastardo de la sotana" la actuación de Treviño y reclamó justicia para los afectados por los atentados de la organización vasca.

(SERVIMEDIA)
08 Jun 1992
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