Así lo plasmó en el discurso que preparó para recibir esta mañana a casi un centenar de seminaristas y profesores del Seminario de Madrid, pero aunque lo difundió la Santa Sede, Francisco dejó de lado ese texto para responder durante una hora y veinte minutos a las preguntas que formularon los seminaristas.

La delegación la encabezó el cardenal José Cobo, que tomará posesión este domingo en Roma de la iglesia de Santiago y Montserrat, símbolo de su creación como cardenal el pasado verano.

A la salida del encuentro, Cobo reconoció a la prensa la "situación delicada" en la que se encuentran los seminarios españoles, aunque le parece que también supone una "oportunidad" para generar los centros de formación de sacerdotes "del futuro".

Según dijo, el Papa les trasladó su deseo de que espera que los obispos españoles "se vayan poniendo de acuerdo para conformar ese mapa formativo", como les pidió en la audiencia a la que les convocó el pasado noviembre.

En la de este sábado en la Sala Clementina del Palacio Apostólico Vaticano, Francisco mostró su sorpresa por la cantidad de aspirantes de la diócesis madrileña, casi un centenar entre jóvenes y formadores, que preguntaron al Pontífice "de todo", según Cobo: "Desde cómo reza el Papa, a saber cómo se tiene vocación, afrontar adicciones, cómo anunciar el Evangelio y contagiar la vocación a otros o su primera experiencia vocacional".

"Hemos tocado todas las teclas", remarcó el cardenal, que se quedó con el consejo a los seminaristas de "aprender a ser eclesiales" y mostrar "cercanía" manteniendo vinculación "con el obispo, los curas y el pueblo de Dios". El prelado también cerró filas entorno a Francisco y transmitió la "fidelidad" de la Iglesia madrileña.

Otros miembros de la delegación indicaron a la prensa que el Papa les dijo que "no puede ser" que existan seminarios con "tres" candidatos al sacerdocio, que en ellos se debe dar una "formación seria" y que tuviesen cuidado "con las ideologías" en la fe. Asimismo, los jóvenes comentaron que se encontraron a un papa "humano" que les había hablado "de corazón a corazón" y "como un padre".

DISCURSO

En su texto para el encuentro Francisco destacó la "feliz coincidencia" de esa toma de posesión y que el templo conjuga "en sus santos titulares la fe apostólica y el amor a María que caracteriza toda España".

Para Francisco, Cobo acudió acompañado "de su tesoro más preciado", dijo en referencia a "su" seminario. "Muchos santos obispos de España se han confrontado con la difícil realidad en la que se encontraban sus Iglesias y han pensado en el seminario como el lugar donde su sueño pastoral podía echar raíces sólidas y expandirse", puede leerse en el discurso.

A renglón seguido, el texto cita al obispo malagueño San Manuel González para recomendar a los aspirantes a cura "poner a Dios al centro, es decir, para dejar que sea el cimiento, el proyecto y el arquitecto, piedra angular. Eso sólo se consigue con la adoración".

Además, el escrito subraya que "la gran lección que el Señor nos da es la humildad" frente a las "ideas mundanas, de nuestros deseos de ascender, de aparecer, de destacar" y que Jesús "no rehuyó" entrar "en el desierto": "Por ello silencio, oración, ayuno, penitencia, ascesis son necesarios para liberarnos de lo que nos esclaviza y ser todo de Dios".

"Queridos hermanos, tengan confianza en quien les ha llamado para esta hermosa tarea, y póstrense en adoración para poder construir con docilidad el templo de Dios en sus personas y en sus comunidades. Y cuando comulguen y algún día cuando celebren, no dejen de rezar por mí", concluye el discurso de Francisco.