Orgullo Lgtbi+

Las personas Lgtbi+ con discapacidad soportan una doble "opresión"

- La Felgtbi+ pide generar turnos de oficio especializados para evitar que los casos de odio contra personas Lgtbi+ con discapacidad queden impunes

MADRID
SERVIMEDIA

Las personas con discapacidad que forman parte del colectivo Lgtbi+ pueden llegar a soportar una doble “opresión” por ambas cuestiones. Así lo aseveró la vocal de Delitos de Odio de la Federación Estatal Lgtbi+ (Felgtbi+), jurista y persona con discapacidad, Ángeles Blanco.

En una entrevista concedida a Servimedia, Blanco afirmó que esta doble condición supone una barrera aún mayor cuando estas personas son víctimas de delitos de odio o cuando tienen que enfrentarse a procesos judiciales.

En este sentido, la jurista reivindicó la necesidad de regular la figura el facilitador procesal y generar turnos de oficio especializados sobre discapacidad.

Según explicó, el concepto de discapacidad “en la práctica es muy amplio” y las personas pueden tener diferentes necesidades de apoyo. Por ello, aseguró que, en el ámbito judicial, se necesita contar con intérpretes de lengua de signos y mediadores para las personas sordas; guías intérpretes para las personas sordociegas; y facilitadores procesales para quienes precisen apoyos cognitivos, tanto de comprensión como de expresión. Con esas medidas se garantizaría que la administración pública y las personas con discapacidad “hablen en la misma página”.

Además, el “gran déficit” de accesibilidad está en la citada figura del facilitador procesal (encargado de ayudar a las personas con discapacidad durante un proceso judicial). Es preciso regular esta figura “con garantías” porque sin “dignificación profesional” se rompería un servicio “esencial” para quienes lo necesitan.

VISIBILIZAR RELIDADES

La vocal de la Felgtbi+ reclamó mayor visibilidad para las personas del colectivo con discapacidad. Aunque están “comenzando a romper los armarios”, existe aún “dependencia emocional, física y económica”, que les lleva a no estar “suficientemente incluidas” socialmente y no mostrar completamente su identidad sexual. También, apuntó que se sigue “sin abordar bien” la sexualidad de las personas con discapacidad.

Según un informe publicado por la Felgtbi+ recientemente, las personas con discapacidad Lgtbi+ sufren más discriminación que el resto del colectivo. La jurista atribuye esto al “concepto de interseccionalidad”. En las personas Lgtbi+ con discapacidad confluye la citada doble discriminación y, si la persona con discapacidad es mujer, se sumaría el eje de “opresión referente al género”, así como lo relativo a la clase social, si la persona es perceptora de una prestación.

En este contexto, la vulnerabilidad se acentúa por la “falta de políticas sólidas” sobre inclusión. Además, Blanco considera necesario “afianzar el diálogo natural de la diversidad” en la sociedad.

La infradenuncia es otra de las claves que señala el nombrado informe y que la jurista atribuye a la “falta de formación” de los profesionales que atienden a las personas con discapacidad víctimas de delitos de odio o que sufren discriminación o violencias, que terminan por no denunciar los hechos.

VIOLACIONES “MÁS CRUENTAS”

Blanco advirtió que esta situación de discriminación es más acuciante cuando la víctima es una mujer. Según describió, el porcentaje de mujeres con discapacidad que son víctimas de violencia de género es casi 10 puntos superior a la tasa de mujeres sin discapacidad que son objeto de este tipo de violencia. A esto se suma que las violencias que viven “no son solo cuantitativamente más altas sino cualitativamente más cruentas”.

La jurista ejemplificó que, en la manifestación de violencia sexual, las mujeres con discapacidad a las que atiende no tienen una única violación, sino que llegan con “procesos de violación continuada de entre 2 a 21 años”.

Sobre las medidas previstas de aumento de personal en los juzgados de violencia de género, Blanco reconoció que es una medida de “impacto positivo” para todas las víctimas, pero, en el caso de las mujeres con discapacidad, no es suficiente para garantizar sus derechos. Aseguró que “no es lo mismo acompañar a una mujer sordociega que a una mujer con autismo”, y por eso reclamó la adaptación del proceso a las necesidades individuales de cada mujer con discapacidad.

Finalmente, ante un contexto tan difícil, la jurista de la Felgtbi+ reivindicó unión y escucha entre todas las personas del colectivo y “alzar la voz” porque renunciar a la orientación sexual o identidad de género es “sencilla y tristemente renunciar a ser”.

(SERVIMEDIA)
05 Jul 2025
AGG/mag/clc

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