Entrevista

La primera senadora sorda aspira a ser alcaldesa de Valencia y desea más políticos con discapacidad

VÍDEO: los clientes de Servimedia disponen de imágenes y sonido de estas declaraciones en el enlace https://servimedia.tv/PilarLimaDiscapacidad

MADRID
SERVIMEDIA

La candidata de Podemos a la Alcaldía de Valencia, Pilar Lima, fue en su día la primera senadora española con discapacidad auditiva. Ahora puede convertirse en la primera regidora de una gran capital del país con discapacidad. Pero no quiere ser la única. Su deseo es, precisamente, que haya más políticos con discapacidad.

“Sí, sí, efectivamente, hace falta más, porque si no hacemos política nosotras la harán otras personas por nosotras”, apunta en una entrevista en Servimedia. “A mí me gustaría ver a más personas con discapacidad, claro que sí. Ojalá fuésemos más en estos espacios, porque recae en muy pocas personas este peso”.

Lima, sin duda, fue una pionera cuando en julio de 2015, dos meses después de las elecciones autonómicas, se convirtió en senadora por designación de las Cortes Valencianas y llegó a ser la primera parlamentaria nacional en expresarse con lengua de signos, su lengua natural.

Cuatro años después pasó a ejercer en la cámara regional y en 2020 ganó por un estrechísimo margen las primarias a la secretaría general de Podemos en la Comunidad Valenciana. Ahora, al cargo orgánico tiene visos de añadir el de concejala en Valencia, y quién sabe si hasta alcaldesa, del Ayuntamiento de la capital.

Todo ese bagaje le ha transmitido una lección como persona con discapacidad: “Si no estamos, nadie va a hablar por nosotras, y tenemos que nosotras mismas, las personas con diversidad funcional, las protagonistas”. Ahora bien, previene contra la tendencia a pensar que una política con discapacidad únicamente representa a dicho colectivo.

“Nosotras no sólo hablamos de accesibilidad y de discapacidad, nosotros también aportamos y podemos aportar en otros ámbitos: por ejemplo, en la economía, en la transición ecológica…”, añade desde su experiencia como portavoz en las Cortes valencianas, obligada a debatir todas las materias que allí se abordan. “O un tema fundamental: en el transporte ferroviario, las infraestructuras. Todo eso también nos interesa y nos afecta también a nivel a nivel general”.

Lima confiesa que el periplo para llegar hasta aquí “ha sido duro”. Atestigua que “la política institucional no es un espacio amable ni seguro para una persona con diversidad funcional. Ahí aprendes a manejar esos espacios. La comunicación es diferente, las formas de actuar son diferentes y también, evidentemente, existe capacitismo, existe machismo”.

“Que me den un golpe en la espalda así, muy condescendiente, molesta. Así no se hace, esto no se puede hacer. Me lo dices a mí como mujer sorda, que llevo toda la vida llevo escuchando”, ejemplificó, rechazando que le digan “no se puede, no se puede”, cuando ella lo desmiente con su propia actitud.

"CURTIDA"

“Yo siempre digo que sí se puede, sí se puede”, corrigió, resaltando que las personas con discapacidad tienen “mucha mayor resistencia” y están “curtidas, mucho más que las personas que no tienen esta discapacidad”, y eso les “ayuda a afrontar la política”.

Todavía, tras ocho años de experiencia política, cuenta que, siendo la portavoz del grupo parlamentario de Unidas Podemos en las Cortes valencianas, “a veces viene un señor de otro grupo parlamentario y se dirige a mi portavoz adjunta. Entonces digo: ‘No sé, ¿doy miedo o qué está pasando? ¿Se me menosprecia, se me escucha menos?’"

"Efectivamente, sí, compañero, se me escucha menos, pero yo no voy a gastar esa energía demostrando lo que valgo. A quién le tengo que demostrar que valgo es a la gente que ha depositado su confianza en mí, a los vecinos y vecinas; a ellas son las que yo me debo y no a intentar caer bien a la persona de turno”, replica ella desafiante.

Pese a haber ampliado sus horizontes temáticos a la pléyade de competencias de una senadora o una portavoz en un parlamento autonómico, ella no olvida sus orígenes en el movimiento asociativo de las personas sordas de Valencia que luchó por la educación inclusiva y saltó a la política para mejorarla. “La educación de los niños y niñas sordas está mal en nuestro país. No se entiende por qué la lengua de signos no se enseña, no se ve más en las escuelas, por qué no se aprovecha esta oportunidad”, lamentó.

Lima sigue expresándose en ella con total naturalidad. Siempre, por supuesto, con el apoyo de sus traductoras, dos de las cuales la acompañan a la entrevista en Servimedia y con las que confiesa que se llega a establecer una estrecha relación, hasta el punto de que no le cuesta transmitirla las connotaciones expresivas del discurso. “Les digo: ‘a ver, poned la emoción por la pasión. La política es así’”.

Según relata, incluso en su equipo de las Cortes valencianas, algunos de sus asesores están empezando a aprender lengua de signos. Y hasta bromea que a veces hablar en lengua de signos “es una ventaja. ¡Si es que nadie de fuera nos entiende! Y puedo decir lo que quiera porque nadie me entiende”.

(SERVIMEDIA)
25 Mar 2023
KRT/pai