Cultura

El Prado consagra una exposición a Paolo Veronese, cerrando el ciclo dedicado a los tres grandes de la pintura veneciana

Madrid
SERVIMEDIA

El Museo Nacional del Prado acogerá entre mañana y el 21 de septiembre la primera exposición monográfica dedicada en España a Paolo Veronese (1528-1588), con la que la pinacoteca madrileña cerrará el ciclo dedicado en los últimos 24 años a los tres grandes pintores del Renacimiento veneciano: Tiziano, Tintoretto y el propio Veronese.

La muestra fue presentada este lunes en una rueda de prensa que tuvo lugar en el auditorio del Prado, en la que estuvieron presentes su director y comisario de la exposición, Miguel Falomir; el presidente del Patronato del Museo del Prado, Javier Solana; y Enrico Maria dal Pozzolo, profesor de la Università degli Studi di Verona y comisario de la muestra.

La exposición se compone de más de un centenar de obras procedentes de prestigiosas instituciones como el Louvre, Metropolitan Museum, National Gallery de Londres, la Galleria degli Uffizi o el Kunsthistorisches Museum de Viena, que dialogan con piezas fundamentales del Prado.

En su intervención, Solana apuntó que hoy es “un día importante” para el Prado, que desde mañana acogerá una exposición “muy importante”, con “cuadros muy difíciles de conseguir”, que permitirá completar el “tríptico” de los grandes pintores venecianos.

A su vez, Miguel Falomir agradeció su generosidad a los museos prestatarios de buena parte de las obras que componen esta muestra, algunas de las cuales son su “reclamo principal”.

Expuso que con esta exposición se “cierra un ciclo verdaderamente irrepetible de 24 años” en los cuales el Prado ha dedicado exposiciones a los grandes pintores de la escuela veneciana del Renacimiento, comenzando con Tiziano en 2003, siguiendo con Tintoretto en 2007 y culminando ahora con Veronese.

“Hasta ahora, ninguna institución, ni siquiera en Venecia, ha dedicado exposiciones a los tres grandes de la pintura veneciana”, ratificó.

En ese sentido, Miguel Falomir indicó que la colección de pintura veneciana del Prado es “la piedra angular del museo”, lo que le permitió hacer suyas las palabras del escritor Edward Hutton al atestiguar que “el padre del Prado es Tiziano”.

Explicó que esta exposición tiene como objetivo “explicar mejor al pintor”, para lo cual se mostrarán obras de Veronese y de otros autores para “contextualizar mejor la época y el entorno artístico”, con la intención de “situarlo en la gran narración de la historia del arte como influencia” de artistas posteriores, como El Greco, Annibale Carraci o Rubens.

“PINTOR DE PINTORES”

Miguel Falomir confesó que esta muestra planteaba dos retos: el primero, cómo enseñar la faceta de Veronese como pintor de frescos, lo cual se ha solventado trayendo al Prado dos frescos que se salvaron de la Villa Soranzo, la cual fue derruida en el siglo XIX, y con una reproducción de la ‘Sala del Olimpo’, sita en la Villa Maser; el segundo de los retos era conseguir el préstamo de las obras de “grandes dimensiones” del pintor italiano, lo que se ha conseguido gracias a la “generosidad” de los museos que han prestado algunos de sus lienzos, como ‘Cena en casa del fariseo’, “la más grande que ha acogido una colección del Prado”.

El director de la pinacoteca puso de manifiesto que Paolo Veronese “tuvo enorme éxito en vida hasta el siglo XX, cuando quedó parcialmente opacado”, quizás, deslizó, porque “tuvo una vida tranquila, sin escándalos, a pesar del ambiente competitivo” en el que desarrolló su carrera.

A su juicio, el pintor italiano fue “muy completo”, con una pintura “universal, con múltiples recursos”, lo que le convirtió en “pintor de pintores”; fue un “pintor valiente”, con un cromatismo que fue “de los más audaces”; y fue un “pintor elegante”, capaz de “generar un mundo propio” y con un estilo “fácilmente reconocible”, que invita a quien ve sus obras a “querer estar dentro de sus cuadros”.

Miguel Falomir reseñó que Paolo Veronese cambió su estilo en sus últimos años de vida por dos motivos: la peste que asoló Venecia en 1576, y que diezmó la vida de un tercio de los habitantes de la ciudad, entre ellos Tiziano, y el Concilio de Trento, a partir del cual da más presencia a sacerdotes y a la Eucaristía en sus trabajos.

Lamentó que muriera con 66 años, muy joven en comparación con Tiziano, que falleció con cerca de 90 años y que en sus diez últimos años no pintó por tener parkinson, y con Tintoretto, que en sus cinco últimos años de vida se repitió mucho en sus composiciones. Su muerte prematura respecto de los dos anteriores impidió comprobar cómo seguiría evolucionando su estilo, según el director del Prado.

Miguel Falomir concluyó definiendo a los tres grandes pintores de la escuela veneciana: de Tiziano, elogió su capacidad para “dar sensualidad” a la pintura; a Tintoretto lo presentó como el “mayor genio iconográfico”; y de Veronese se quedó con su “elegancia”.

ORIGEN HUMILDE

Por su parte, Enrico Maria dal Pozzolo manifestó que Paolo Veronese nació en Verona, ciudad perteneciente a la República de Venecia, en el seno de una familia de picapedreros de origen suizo. Siendo niño, continuó, comenzó a trabajar en el taller de Antonio Badile, quien le inoculó su pasión por la pintura veneciana y que con el tiempo se convertiría en su suegro.

Tras conocer la obra de Tiziano, se propuso ser como éste, y gracias al arquitecto Michele Sanmicheli comenzó su trayectoria, viajando a Roma para empaparse de las obras clásicas de la Antigua Roma.

Con 25 años, a Paolo Veronese se le abrieron las puertas del Palacio Ducal de Venecia, cuando recibió el encargo de decorarlo, convirtiéndose en el “pintor del Estado veneciano”. También decoró la Iglesia de San Sebastián, donde fue enterrado.

Enrico Maria dal Pozzolo arguyó que Paolo Veronese fue “un pintor conceptualmente libre, a veces demasiado”, lo que le llevó a tener problemas con la Inquisición, la cual le obligó a modificar el título de un cuadro consagrado a La Última Cena, que pasó a intitularse ‘El banquete en la casa de Levi’. A pesar de ello, siguió siendo “el pintor de Venecia”.

Por último, aseveró que “si Veronese hubiera podido ver esta exposición, se habría conmovido, porque ningún gran pintor puede ver reunidas sus grandes obras”.

(SERVIMEDIA)
26 Mayo 2025
MST/gja