PSOE. DIRIGENTES DEL PASADO Y EL PRESENTE DEL PARTIDO SOCIALISTA RECUERDAN LA VICTORIA DE 1982 COMO PRELUDIO DE 2004

MADRID
SERVIMEDIA

Dirigentes del pasado y del presente del PSOE, con su secretario general y ya candidato a la Presidencia del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se dieron cita hoy en la madrileña plaza de toros de Vista Alegre y todos coincidieron en trazar similitudes entre el clima de cambio que se vivía en las semanas anteriores a la victoria electoral del 28 deoctubre de 1982, y el que comienza a vislumbrarse en el horizonte ante los comicios de 2004.

Los socialistas congregaron a unas 25.000 personas que abarrotaron la plaza de toros para celebrar, en un mismo acto, la proclamación oficial de Zapatero como candidato a La Moncloa, aprobada esta misma mañana por el Comité Federal, y el vigésimo aniversario de la mayoría absoluta con la que el PSOE llegó al Gobierno en octubre de 1982.

La afluencia de militancia socialista desde todos los puntos de Españ, incluidas las islas y Ceuta y Melilla, fue tal que unos cinco mil militantes se quedaron a las puertas del recinto y tuvieron que seguir la fiesta a través de dos grandes pantallas de vídeo situadas en la calle. Algunos se quejaban de que la dirección no hubiera escogido un lugar más grande, pero lo cierto es que el secretario de Organización, José Blanco, había reconocido ya que desde Ferraz se pidió a muchas federaciones que no desplazaran más gente porque no podrían entrar. Incluso, se pidió a muchos filiados que no llevaran familiares para permitir la entrada de otros militantes.

En las gradas de Vista Alegre se dejaron ver numerosas pancartas de adhesión a Rodríguez Zapatero, incluida una que rezaba "los gitanos de Carabanchel están con Zapatero". También se veían ondeando numerosas banderas autonómicas, sobre todo "senyeras" e "ikurriñas", hecho que fue resaltado por los oradores, primero Felipe González y después Rodríguez Zapatero, como una muestra de convivencia en el respeto a la pluralidadde culturas del Estado. "Qué distintos somos, y qué a gusto estamos todos", dijo Rodríguez Zapatero en un momento de su intervención.

El acto comenzó muy poco después de las once de la mañana, con imágenes proyectadas en las dos pantallas de vídeo, dos flanqueando el escenario y otra de frente ya que, a diferencia de los mítines tradicionales, esta vez el escenario no tenía fondo ni laterales, de forma que al orador se le veía desde cualquier punto de la plaza, repleta de gente.

Diversos dirigents del partido, de la época de González y de la actual, eran entrevistados desde uno de los pasillos que dan acceso a la plaza y las imágenes eran proyectadas en las pantallas de vídeo hasta que el protagonista en cuestión llegaba a la arena y era recibido con los aplausos de la multitud. Así fueron entrando Rafael Simancas, Carmen Alborch y Leyre Pajín, José Bono, Matilde Fernández, Lentxu Rubial, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, Trinidad Jiménez, Alfonso Guerra, y Joaquín Almunia.

Todos ellos coincidiern en trazar similitudes entre la victoria del 82 y el clima que vive ahora el partido. "Esta ilusión me recuerda a la del 82, y es premonición de la de 2004", sentenció Alfonso Guerra. Juan Carlos Rodríguez Ibarra puso el toque de ironía al definir la actual situación de los populares como "un Gran Hermano" en el que se van nominando los candidatos pero aún no se ve al ganador. Por su parte, Almunia recomendó a Aznar "que haga las maletas", y Chaves se mostró convencido de que el "follón interno" del PP esel primer paso para ganar las elecciones.

Así llegó también a la arena de la plaza el secretario general de UGT, Cándido Méndez, recibido con una gran ovación cuando acusó "al señor del bigote" de haber deteriorado hasta los símiles futbolísticos con sus declaraciones sobre la huelga general. Después, desde la tribuna, Rodríguez Zapatero le aseguró que los socialistas no olvidarán nunca que nacieron "como hermanos de la UGT" de las manos de su fundador, Pablo Iglesias.

CUIDADA ESCENOGRAFIA

Las ntrevistas se intercalaban con piezas musicales interpretadas en directo, desde un pequeño escenario, por "La Bella Dixilan Orquesta", hasta que se vio llegar a la arena de la plaza al secretario de Organización, José Blanco, acompañando al ex presidente del Gobierno Felipe González. Minutos después, por otra puerta, entró a la plaza el secretario general del PSOE junto a su mujer, Sonsoles. Rodríguez Zapatero se fundió en un abrazo con González, pero fue el único momento en el que se vio esta imagen.

El pasado reciente personificado en González y el futuro que representa Rodríguez Zapatero se dieron la mano durante todo el acto, pero con una cuidada escenografía que combinó el respeto y el respaldo mutuo entre ambos, el recuerdo de la historia como paso previo para seguir construyendo el futuro, pero dejando clara también la autonomía de ese "nuevo proyecto de futuro".

Una vez que todos ocuparon sus asientos, desde las pantallas se proyectó un montaje audiovisual con el que los socialistas pretendn combatir "la amnesia" que, denuncian, ha impuesto el PP sobre toda la época de los gobiernos de González. Durante unos cinco minutos, imágenes y voz en off recordaron los grandes logros de los Gabinetes del PSOE desde 1982 hasta 1996.

Al término de este montaje, comenzó a sonar la sintonía electoral del PSOE en 1982, y González subió a la tribuna coreado por un "cumpleaños feliz" cantado al unísono por las 25.000 personas que abarrotaban la plaza de Vista Alegre.

Tras la intervención de Gonzále, los bailes y la percusión de la "Canut Band" tomaron el escenario para darle después el relevo a Rosa María Sardá, que elogió la labor de "Zapa" y echó mano de la frase empleada por José María Aznar en la campaña electoral de 1996 para darle la vuelta. "No se vaya, señor González, que estamos muy a gusto aquí".

Sardá hizo un irónico recorrido por los problemas más acuciantes de la sociedad española en este momento, asegurando que su vida discurre sin mayores obstáculos "porque no tengo hijos en edadde estudiar, no soy inmigrante, de momento, mi país no está en guerra, de momento, y desde hace meses mi televisor está desconectado".

Todo, para criticar un concepto de democracia según el cual "o estás conmigo o estás contra mí", y para reclamar la recuperación de la cultura del diálogo y del entendimiento, "incluso en Euskadi". Recordando el 82, Sardá aseguró que entonces era más increíble una victoria electoral del PSOE, "pero ahora hace más falta". Con no poca ironía, concluyó. "El socialismo es ás guapo, más fuerte y más alto que los papás de la derecha".

La emotividad del acto llegó a su momento culminante con la intervención de Rodríguez Zapatero, que se emocionó notablemente al expresar su gratitud por las generaciones anteriores y exponer su proyecto de futuro para que cada español pueda vivir "como quiera, con quien quiera, respetando a los demás y respetado por todos".

(SERVIMEDIA)
27 Oct 2002
CLC