PSOE. ZAPATERO DICE A LOS SUYOS QUE TODOS LOS SUCESORES DE AZNAR "SON GANABLES" Y LES PIDE RESPETO PARA MARCAR SUS TIEMPOS
- Los guerristas, encabezados por Ibarra, e Izquierda Socialista, le piden que acentúe la crítica al Gobierno
- Varios dirigentes alertan a Zapatero de que el Gobierno no está siendo leal en el cumplimiento de los acuerdos alcanzados
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El secretario general del PSO, José Luis Rodríguez Zapatero, recordó hoy a los dirigentes de su partido que Aznar no será candidato en las generales de 2004 y aseguró que cualquier de sus sucesores "es ganable". Por ello, les pidió que le dejen marcar su propio tiempo y pasar cuando lo considere oportuno "del maratón al sprint".
Rodríguez Zapatero expuso su análisis de la actual situación política ante el Comité Federal del PSOE, máximo órgano de dirección, en una intervención abierta a los medios de comunicación. Después el debae se desarrolló a puerta cerrada.
Según relataron los asistentes, una de las intervenciones más críticas fue, como era de esperar, la del presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Pese a reiterar su lealtad y respaldo a la actual dirección, discrepó de buena parte de su estrategia política. "Lealtad sí, pero ceguera no", afirmó.
Ibarra alertó a los dirigentes del PSOE de que deben ser cautos con su optimismo "porque algo pasa" y buena prueba de ello es que en las últimas semanas crce el clima de "desasosiego". En su opinión, antes de seis meses la Ejecutiva debe "agudizar" su oposición al Gobierno con más críticas e iniciativas.
El primer paso es, desde su punto de vista, eliminar la política de pactos con el PP. En primer lugar, argumentó, porque Aznar "no es fiable", y así lo ha demostrado al proponer el pacto local al mismo tiempo que exigía a sus dirigentes una estrategia para "eliminar" a los barones del PSOE.
Argumentó, además, que el PSOE hizo en su día una dura opoición al Gobierno de Suárez que le llevó a la victoria, igual que hizo después el PP con González. Rodríguez Zapatero le respondió después rechazando la vuelta a estrategias del tipo "váyase, señor González" o a identificaciones de un partido "con el paro, la corrupción y el despilfarro".
En opinión de Ibarra, la línea de oposición de la actual dirección del PSOE sería adecuada "si las reglas de juego en este país fueran limpias, pero no lo son" y, por ello, "hay que hacer oposición con la cabeza, conel corazón y con las tripas".
EL VIEJO Y EL NUEVO TESTAMENTO
En un momento de su intervención, Rodríguez Ibarra comentó con ironía que en el PSOE parece haber dos grupos: los representantes del Viejo Testamento, partidarios del "ojo por ojo y diente por diente", y los del Nuevo Testamento, que prefieren "poner la otra mejilla".
En su respuesta, Zapatero le dijo "que de poner la otra mejilla, nada de nada", y le recordó, además, que los protagonistas del Antiguo Testamento basaban su existencia en la espera de un Mesías".
La advertencia de Ibarra sobre la "deslealtad" del Gobierno en el cumplimiento de los pactos fue secundada por otros miembros del Comité Federal, que alertaron incluso de que tras la oferta de pacto local de Aznar se esconda sólo el deseo de enfrentar a las comunidades autónomas con los ayuntamientos.
Los representantes de Izquierda Socialista, como Juan Antonio Barrio de Penagos y Manuel de la Rocha, incidieron en esta línea y pidieron a Zapatero que huya de un acuerd de este tipo con el PP en vísperas de las elecciones autonómicas y municipales.
Sin embargo, otros dirigentes, como el presidente del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Pasqual Maragall, respaldó este pacto como la única vía para que se llegue a la distribución de la gestión del gasto público que, desde su punto de vista, sería idónea, 50 por ciento del Estado, y el otro 50 repartido a partes iguales entre comunidades y ayuntamientos.
Maragall se mostró optimista en su discurso y auguró"nuevas escenas de sofá" de Aznar con los dirigentes de CiU ante la certeza de que en las próximas elecciones perderá, cuando menos, la mayoría absoluta.
"MUY CERCA DEL PP"
Muchas de las intervenciones resaltaron también las dificultades que tiene el partido para traspasar "la barrera mediática" construida por el PP y hacer llegar sus mensajes a los ciudadanos.
José Acosta, líder del sector guerrista madrileño, celebró en su turno de palabra que Rodríguez Zapatero enviara un saludo público a Joé Barrionuevo y José Luis Corcuera, absueltos en el caso de los fondos reservados, pero recordó que todavía "se oye un grito de socorro desde el silencio en ese proceso", en referencia a Rafael Vera, condenado en este juicio y al que el líder socialista no hizo mención alguna.
Acosta recordó también que la labor de la Comisión Ejecutiva es proponer a un candidato a la Presidencia del Gobierno, pero sugerir cabezas de cartel para las alcaldías, en referencia a la de Trinidad Jiménez para Madrid, podríaser "una injerencia".
En su réplica, Rodríguez Zapatero defendió el derecho del secretario general a opinar y a pedir que su criterio sea tenido en cuenta, pero garantizó que serán los militantes quienes decidan.
En su respuesta conjunta a los intervinientes, el líder socialista aseguró que el partido está preparado para afrontar los comicios de 2003 y recordó que, tras la derrota en las últimas generales y la crisis previa al 35 Congreso Federal, el PSOE está hoy "muy cerca del PP".
La direción es consciente, aseguró, de que desde el mes de agosto la estrategia del PP es convertir cualquier debate interno del PSOE en división y debilidad del propio Rodríguez Zapatero. Frente esa evidencia, los socialistas deben trabajar unidos para hacer llegar sus iniciativas "siempre con honestidad, sin acosos morales a nadie". No obstante, pidió a sus compañeros que sean cautos en la utilización de la libertad interna para evitar que sea utilizada desde el PP.
Aseguró además que a pesar de algunas "cestiones efímeras" la dirección siente garantizado el respaldo de los cuadros dirigentes y de la militancia, y ese apoyo "será devuelto en forma de victorias electorales".
Rodríguez Zapatero se mostró comprensivo con la ansiedad que muestran los militantes por vencer al PP, pero pidió a los dirigentes que mantengan la serenidad y que le dejen marcar sus propios tiempos y decidir cuándo hay que pasar del maratón al sprint. "Ahora estamos en el maratón".
(SERVIMEDIA)
01 Feb 2002
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